¿Cómo se inyecta el tendón del manguito rotador?

La inyección del tendón del manguito rotador implica apuntar con precisión para administrar el medicamento directamente en el área afectada con fines terapéuticos. El procedimiento normalmente implica los siguientes pasos:

1. Preparación del paciente: El paciente se coloca cómodamente con el hombro afectado expuesto y apoyado. Se pueden controlar los signos vitales durante todo el procedimiento.

2. Anestesia: Generalmente se administra anestesia local para minimizar el dolor durante la inyección. Esto puede implicar una inyección en la piel y una inyección más profunda, más cerca del tendón.

3. Imágenes por ultrasonido: La tecnología de ultrasonido se usa comúnmente para proporcionar visualización en tiempo real de las estructuras del hombro, incluidos los tendones del manguito rotador, los tejidos circundantes y el hueso subyacente.

4. Colocación de la aguja: Bajo guía ecográfica, se guía con cuidado una aguja fina y hueca hacia el tendón del manguito rotador afectado. Esto se hace utilizando una combinación de referencia visual y sondaje suave para garantizar una colocación precisa de la aguja.

5. Inyección de medicamentos: Una vez que se confirma que la punta de la aguja está dentro del área deseada, se inyecta lentamente el medicamento. Esto puede incluir corticosteroides u otros agentes terapéuticos para reducir la inflamación, aliviar el dolor y promover la curación.

6. Retiro: La aguja se retira suavemente mientras se aplica presión en el lugar de la inyección para minimizar cualquier sangrado posterior a la inyección o fuga de medicamento.

7. Reposo e Inmovilización: Después de la inyección, se puede inmovilizar temporalmente el hombro del paciente para protegerlo de movimientos excesivos y permitir que el medicamento surta efecto. Esto puede implicar el uso de un cabestrillo o la realización de ejercicios de fisioterapia específicos.

Es importante que la inyección la realice un profesional sanitario capacitado, normalmente un médico especializado en medicina musculoesquelética como un ortopedista o un especialista en medicina física y rehabilitación. Garantizarán la técnica adecuada, la selección de medicamentos adecuada y el seguimiento del paciente durante el procedimiento.