¿Perder peso disminuye su sistema inmunológico?

La pérdida de peso se produce cuando la ingesta de energía es menor que la energía gastada. Un medio para perder peso incluye la restricción de calorías y la actividad física. La intensidad y la duración del ejercicio pueden afectar su funcionamiento inmunológico. Además, las reservas de grasa de su cuerpo, dictadas por las calorías que consume, pueden alterar la respuesta de su cuerpo a condiciones agudas y crónicas.

Ejercicio moderado

El ejercicio a menudo se usa para gastar energía para perder peso. Las personas que realizan actividad física moderada reportan menos resfriados que sus homólogos sedentarios, según un estudio de 2000 publicado en "Medicina y ciencia en deportes y ejercicio". Además, los deportistas moderados usan menos días de enfermedad en el trabajo, experimentan menos infecciones respiratorias y observan menos Duración de la enfermedad. El ejercicio moderado no eleva las hormonas del estrés que suprimen su funcionamiento inmunológico. Un estudio en animales de 2011 publicado en el "International Journal of Exercise Science" reveló que el ejercicio moderado y una dieta baja en grasa disminuyen significativamente el peso y aumentan el funcionamiento inmunológico.

Ejercicio extremo

El ejercicio vigoroso puede potencialmente disminuir su funcionamiento inmunológico . Los atletas olímpicos, que a menudo realizan ejercicio extremo durante los meses de entrenamiento máximo, informan que tienen una menor resistencia a las infecciones del tracto respiratorio superior, resfriados y dolores de garganta. De acuerdo con una revisión de la literatura del año 2001 realizada por el Consejo del Presidente sobre Condición Física y Deportes, el exceso de entrenamiento está asociado con enfermedades físicas. Por lo tanto, la intensidad de su entrenamiento o gasto calórico es indicativo de su riesgo de infección.

Restricción calórica moderada

La restricción calórica moderada aumenta la longevidad y aumenta el sistema inmunológico a enfermedades crónicas, según la Universidad Estatal de Michigan. Sin embargo, los investigadores encontraron que un mayor consumo de calorías y reservas de grasa producen un mejor pronóstico en los resultados de la gripe. La gripe, naturalmente, reduce el apetito del cuerpo, pero el comportamiento alimentario posterior puede dictar la tasa que un individuo supera la gripe. De acuerdo con el estudio de MSU, los ratones que practicaban una dieta baja en calorías perdieron más peso, tuvieron tiempos de recuperación más prolongados y revelaron mayores tasas de mortalidad que sus contrapartes no restrictivas.

Estado de sobrepeso

El estado de sobrepeso es un riesgo factor para el mal funcionamiento inmune. El tejido graso genera hormonas inmunes. Las hormonas inmunitarias especializadas llamadas citoquinas reaccionan a áreas de infección y lesiones corporales. Según el investigador Len Kravitz de la Universidad de Nuevo México, el exceso de grasa corporal puede hacer que estas hormonas reaccionen de forma exagerada, lo que contribuye a la inflamación crónica. La inflamación crónica se asocia con diabetes y enfermedades del corazón. La pérdida de peso disminuye las hormonas inmunitarias circulantes que contribuyen a esta inflamación.