Los efectos secundarios de una dieta alta en proteínas y baja en carbohidratos

Las dietas ricas en proteínas pueden estar a la moda, pero el jurado aún está deliberando sobre si son seguras a largo plazo, según la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland. Además, el corte de carbohidratos no garantiza la pérdida de peso. Usted quema grasa cuando consume menos calorías de las que gasta en energía, y las dietas ricas en proteínas no demostraron ser más efectivas que otras dietas en un estudio de dos años publicado en "The New England Journal of Medicine" en 2009.> ¿Dónde está la fibra?

Muchas fuentes de proteínas, como la carne, el pescado, los huevos y los productos lácteos, no contienen fibra. Solo los alimentos vegetales, como los cereales, las frutas y los vegetales contienen fibra, y las dietas bajas en carbohidratos a menudo carecen de estos elementos. Necesitas fibra para una digestión saludable; sin la cantidad suficiente de este nutriente, su riesgo de estreñimiento, hemorroides y otros problemas digestivos puede aumentar. La fibra también puede ayudar a controlar los niveles de colesterol, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardíacas. De acuerdo con las Pautas dietéticas para estadounidenses de 2010, debe consumir aproximadamente 14 gramos de fibra por cada 1,000 calorías que consume, o 28 gramos en una dieta de 2,000 calorías por día. Las fuentes de fibra con alto contenido de proteínas incluyen frijoles y nueces.

El problema de la cetosis

En una dieta baja en carbohidratos, su cuerpo se ve obligado a quemar grasa como combustible en lugar de carbohidratos. Algunas partes de su cuerpo, como su cerebro, no pueden usar la grasa para obtener energía, por lo que su cuerpo debe producir sustancias llamadas cetonas para suministrarles combustible. La sobreproducción de cetonas da como resultado una condición llamada cetosis, que puede causar mal aliento, malestar estomacal, cálculos renales e incluso insuficiencia renal. En casos extremos, las cetonas hacen que la sangre se vuelva demasiado ácida, lo que resulta en daño cerebral y muerte.

Preocupaciones de la vida útil

Comer demasiada proteína puede aumentar el riesgo de muerte en la mediana edad, según un estudio publicado en "Metabolismo celular" en 2014. Los investigadores encontraron que los encuestados entre las edades de 50 y 65 años que consumían dietas ricas en proteínas tenían un riesgo 75 por ciento mayor de mortalidad por cualquier causa y tenían cuatro veces más probabilidades de morir de cáncer que aquellos en dietas bajas en proteínas. Sin embargo, solo las proteínas animales se asociaron con una mayor mortalidad; las proteínas vegetales no lo eran.

Comer en equilibrio

La dieta más saludable es una variada que representa a todos los grupos principales de alimentos. Para una nutrición óptima, las Pautas dietéticas para los estadounidenses de 2010 recomiendan obtener entre el 45 y el 65 por ciento de las calorías de los carbohidratos, entre el 10 y el 35 por ciento de las calorías de las proteínas y entre el 20 y el 35 por ciento de las calorías de la grasa. Si incluye carne y queso en su dieta, elija opciones magras y bajas en grasa, ya que las grasas saturadas de origen animal están relacionadas con los niveles altos de colesterol.