Síntomas de cáncer de sangre
Los tres cánceres que constituyen la mayoría de los cánceres de sangre son leucemia, linfoma y mieloma múltiple. En algunos casos, estas enfermedades no se detectan hasta que a un paciente se le realizan análisis de sangre como parte de un examen médico de rutina. En otros casos, un paciente puede experimentar varios síntomas que incitan a su médico a realizar análisis de sangre.
Leucemia
La leucemia es una sangre cancerosa en la que las células leucémicas eliminan de forma gradual o repentina células sanguíneas sanas. En la leucemia aguda, el cambio es rápido; En la leucemia crónica, el cambio suele ser más gradual. Los síntomas de la leucemia aguda incluyen fatiga y dificultad para respirar cuando se realizan actividades de rutina; fiebre y sudores nocturnos; moretones inexplicables; Curación más lenta de lo normal de los cortes; y dolor en las articulaciones. Los análisis de sangre muestran bajos recuentos de glóbulos blancos.
Los pacientes con leucemia crónica pueden no presentar ningún síntoma. Aquellos que lo hacen pueden notar un ganglio linfático inflamado o tener muchas infecciones. Los pacientes también pueden notar que están más cansados de lo normal, dificultad para respirar, pérdida gradual de peso o sudores nocturnos. Los análisis de sangre muestran altos niveles de linfocitos.
Linfoma
El linfoma es un cáncer de los ganglios linfáticos y las células linfáticas. Se clasifica en dos grupos: enfermedad de Hodgkin y linfoma no Hodgkin. La enfermedad de Hodgkin es mucho menos común que el linfoma no Hodgkin. Los síntomas de cada uno incluyen hinchazón indolora de un ganglio linfático, pérdida de peso, fiebre, escalofríos y sudores nocturnos. Aquellos con la enfermedad de Hodgkin pueden sufrir de picazón y pérdida de apetito. Las personas que no padecen Hodgkin pueden experimentar una sensación de plenitud o presión en el abdomen, tos, dolor torácico y fatiga.
Mieloma múltiple
El mieloma múltiple es un cáncer del plasma en la sangre. Los análisis de sangre en una persona con mieloma múltiple muestran muchas células plasmáticas anormales. Los pacientes en las primeras etapas de esta enfermedad pueden no notar ningún síntoma. A medida que avanza la enfermedad, los síntomas incluyen problemas renales, dolor en las costillas o en la espalda, fatiga por niveles bajos de hierro, infección recurrente y hormigueo o entumecimiento. El mieloma puede causar un engrosamiento de la sangre, lo que hace que el paciente tenga dificultad para respirar, dolor en el pecho y confusión.