Arcos altos en niños
Los arcos altos pueden causar dolor y dificultar el caminar para su hijo. La afección, conocida como pie cavo, rara vez está presente al nacer y generalmente se desarrolla durante los primeros 10 años de la vida de un niño, informa el Seattle Children's Hospital. El tratamiento para el pie cavo depende de la causa de la afección.
Síntomas
Si su hijo tiene pie cavo, notará que su arco, el área curvada en la parte inferior de su pie, es más alta de lo normal . Debido a que caminar es más difícil con un arco alto, su hijo también puede experimentar algunos síntomas relacionados, como dedos de los pies doblados o con garras o callos. La posición alta del arco ejerce demasiada presión sobre el pie, lo que puede causar dolor cuando su hijo camina o se para. El arco alto también hace inestable el pie. Es posible que se produzcan esguinces de tobillo frecuentes debido a esta inestabilidad. Encontrar zapatos cómodos puede ser un desafío. El uso de zapatos incómodos puede contribuir a la formación de callos y ampollas si el pie se frota contra los zapatos. El pie cavo puede estar limitado a un pie o afectar ambos pies.
Causas
El Colegio Americano de Cirujanos de Pie y Tobillo informa que el pie cavo a menudo es causado por un trastorno neurológico o una afección médica, como la espina bífida , lesiones nerviosas, distrofia muscular, polio, apoplejía, parálisis cerebral o enfermedad de Charcot-Marie-Tooth. En algunos casos, el pie cavo resulta si su hijo hereda una tendencia genética a desarrollar un arco alto. Las enfermedades nerviosas o musculares pueden afectar la fuerza muscular, dando como resultado músculos desequilibrados que no funcionan de manera eficiente. Si los músculos desequilibrados son un problema, su hijo puede experimentar una caída del pie, una condición en la que el pie afectado arrastra cuando camina su hijo.
Tratamiento no quirúrgico
El tratamiento de enfermedades subyacentes puede ayudar a mejorar el problema en algunos casos. Si la enfermedad no puede tratarse o si la enfermedad no es causada por una enfermedad, su médico puede recomendar otras opciones, como aparatos ortopédicos o colocar dispositivos ortopédicos en los zapatos para estabilizar el pie. Su hijo también podría beneficiarse con el uso de zapatos especiales que brindan soporte para el tobillo. Los tacones más anchos en los zapatos ayudan a estabilizar el pie y evitan que gire hacia adentro. Si el tratamiento no quirúrgico no es útil o la afección empeora, su médico puede recomendarle una cirugía. Cirugía
La cirugía para corregir el pie cavo se realiza en dos partes. El cirujano de su hijo corta cuidadosamente y libera el tejido del arco apretado durante la primera cirugía. Cuando se libera el tejido más apretado, se afloja otro tejido en el arco. La segunda operación, realizada aproximadamente dos semanas después, consiste en remodelar el hueso y reposicionar los tendones. Después de la segunda cirugía, su hijo puede experimentar más estabilidad y menos problemas para mantener el equilibrio.
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