Pruebas y diagnóstico para el dolor de espalda
El diagnóstico de dolor de espalda es subjetivo e identificable solo por el paciente. No hay una manera real de probar o desaprobar el dolor de alguien. Los intentos de refinar o especificar el diagnóstico han tenido poco impacto en el éxito del tratamiento. Una explicación para esto es que tendemos a agrupar el dolor de espalda en una categoría, mientras que en realidad puede haber muchas subcategorías diferentes. Si pudiéramos distinguir e identificar fácilmente estas subcategorías de dolor de espalda, podríamos tratar de forma más específica y tener más éxito.
Dolor discogénico frente a facetogénico
Cuando el dolor de espalda persiste y es mecánico (dolor con el movimiento), puede ser útil separar la causa del dolor en discogénico y facetogénico. El dolor discogénico tiende a empeorar al sentarse y mejora con estar de pie o acostado. El dolor facetogénico es lo contrario. Mejora al sentarse y empeora al estar de pie o acostado.
Si el patrón de dolor del paciente es compatible con un origen discogénico o facetogénico, puede ser útil que el paciente se someta a una herramienta de diagnóstico por imágenes, como Imagen de resonancia magnética (MRI).
MRI
La MRI es la mejor prueba para detectar la causa del dolor de espalda. Es el más sensible y, en ocasiones, puede identificar la inflamación de las articulaciones facetarias o una hernia de disco. Si el dolor no es mecánico y el dolor está ocurriendo ya sea que el paciente esté o no en movimiento, la RMN de las cavidades abdominal o pélvica puede revelar un origen no espinal del dolor de espalda.
Inyección diagnóstica
Pruebas adicionales se realizan mediante el uso de inyección de diagnóstico. Si se sospecha de dolor facetogénico y una IRM muestra una posible articulación facetaria inflamada, el diagnóstico puede hacerse más definitivo al hacer un bloqueo de la rama mediana de la articulación facetaria. Al anestesiar el nervio de la cápsula de la articulación, la reducción del dolor es más evidencia de que el dolor se origina en la articulación de la faceta.
Del mismo modo, para los pacientes con dolor discogénico, se puede usar una inyección para identificar un disco. como un generador de dolor. En esta configuración, se inyecta líquido en el espacio del disco para ver si duplica el dolor. Después de la inyección, se puede inyectar un anestésico para aliviar el dolor.
Exploraciones óseas
Ocasionalmente, las exploraciones óseas se usan para buscar un aumento de la actividad metabólica en la articulación facetaria o en el espacio discal. Esto puede servir como un marcador para la inflamación y ayudar a identificar un generador de dolor. Esta prueba también puede identificar una fractura por estrés de un cuerpo vertebral, que también podría ser la causa del dolor.
Si hay dolor asociado en la pierna, el dolor en la pierna puede indicar un problema con una raíz nerviosa de Una vértebra lumbar específica (parte inferior de la espalda). Una gammagrafía ósea puede ser útil para localizar el segmento de la columna vertebral que genera el dolor.