La glutamina es una sustancia natural en su cuerpo que realiza varias funciones vitales. Si bien los individuos sanos producen suficiente glutamina por sí solos, algunas personas pueden buscar suplementos para aumentar su ingesta.

¿Qué es la glutamina?

La glutamina es un aminoácido, un bloque de construcción de proteínas. En circunstancias normales, su cuerpo produce suficiente glutamina. Sin embargo, si su cuerpo necesita niveles de proteína excesivos, como si ha sufrido una lesión o hace ejercicio con regularidad, es posible que necesite una ingesta adicional de glutamina en los alimentos o suplementos.

La glutamina ayuda a regular el crecimiento y la función de las células y elimina el exceso amoniaco del cuerpo. Además, ayuda a los sistemas inmunológico y de digestión, y es necesario para una función cerebral adecuada.

Tipos de suplementos

Si cree que necesita glutamina adicional, es posible que desee tomar suplementos. La suplementación puede ser una forma fácil y segura de alcanzar el nivel deseado. Los suplementos de glutamina vienen en muchas formas, pero los más comunes son las cápsulas y los polvos.

Antes de tomar suplementos

Antes de tomar cualquier suplemento, debe consultar a su médico. Si tiene una enfermedad renal o hepática, no debe tomar glutamina, informa el Centro Médico de la Universidad de Maryland. Si está bajo tratamiento para el cáncer, no tome glutamina a menos que su médico se lo indique, ya que la glutamina puede promover el desarrollo de tumores. Además, debe consultar a un médico si está tomando otros medicamentos o tiene alergias que pueden interferir con su suplementación.

Recomendaciones de dosificación

La glutamina se debe tomar con alimentos o bebidas a temperatura ambiente. Comida o líquido caliente destruirá la glutamina. Para los adultos, las dosis de 500 miligramos, una a tres veces por día, se consideran seguras. Sin embargo, un médico puede recetar dosis tan altas como de 5,000 a 15,000 miligramos por día.

Efectos secundarios de la glutamina

Los suplementos de glutamina, como cualquier medicamento, vienen con su parte de los posibles efectos secundarios. Los efectos secundarios comunes incluyen tos, ronquera y problemas digestivos. Si estos problemas continúan, debe consultar a un médico. Los efectos menos comunes incluyen dolores corporales, fiebre, dificultad para respirar y aumento de la frecuencia cardíaca.