¿Cuáles son los riesgos en la juventud que afectan la condición física cardiovascular en la edad adulta?
Los problemas de salud cardíaca no son solo una preocupación para adultos mayores o no saludables. La mala condición cardiovascular es cada vez más común en los niños debido a la prevalencia de sobrepeso y obesidad. Un estudio basado en la población, publicado en 2007 en el "Journal of Pediatrics", encontró que el 70 por ciento de los menores obesos de 5 a 17 años tienen al menos un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular. Sin embargo, la obesidad está lejos del único riesgo relacionado con la salud cardiovascular futura de los niños.
Enfermedad crónica infantil
Los niños con ciertas afecciones médicas tienen más probabilidades de desarrollar problemas cardiovasculares más adelante en la vida. Los niños con diabetes tipo 1, una enfermedad no prevenible, tienen mayor riesgo de aterosclerosis. De acuerdo con una revisión de noviembre de 2006 que aparece en la revista "Heart", es probable que el manejo de sus niveles de glucosa en la sangre y la evitación de otros factores de riesgo cardiovascular disminuyan su riesgo de enfermedad coronaria en el corazón. Los niños y los jóvenes que sobreviven al cáncer pediátrico también tienen más probabilidades de tener futuros problemas cardíacos. Los hallazgos de la investigación sugieren que a los 27 años, estos sobrevivientes comienzan a desarrollar problemas cardiovasculares que se encuentran con mayor frecuencia en adultos mayores, según un estudio publicado en línea en diciembre de 2009 en el "British Medical Journal". Los efectos a largo plazo de los tratamientos contra el cáncer juegan un papel en este riesgo.
Factores de estilo de vida
Una de las mayores preocupaciones médicas y de salud pública en este país es la obesidad infantil. La falta de actividad física junto con malos hábitos alimenticios alimenta la epidemia. La obesidad infantil prepara a los jóvenes para la obesidad como adultos porque es probable que continúen con el mismo estilo de vida poco saludable. Esto aumenta el riesgo de problemas de salud crónicos que contribuyen a una mala condición cardiovascular, como el colesterol alto, la hipertensión, la diabetes tipo 2 y el estrés. El artículo "Heart" de 2006 sugiere que fumar o estar expuesto al humo del cigarrillo durante la juventud también podría tener efectos acumulativos en la estructura y función de las arterias.
Home Life
Los problemas de salud fisiológica no son los únicos Preocupaciones cuando se trata de fitness cardiovascular. Se descubrió que la negligencia infantil, el abuso físico, el abuso verbal y las situaciones de vida inestable contribuyen a la enfermedad cardíaca en adultos en un estudio de agosto de 2011 publicado en la revista "Psychosomatic Medicine". El monitoreo inadecuado de los padres durante la infancia también fue un factor de riesgo. Cuanto mayor sea el porcentaje de participantes adultos en una encuesta sobre la vida familiar de su niñez, mayores serán sus riesgos de problemas cardíacos. Es posible que las repercusiones de estas malas experiencias, como la depresión, el bajo nivel educativo y los bajos ingresos, sean los vínculos entre una infancia pobre y la salud cardíaca de un adulto. Estado socioeconómico
Menores que viven en un hogar con los investigadores se encuentran detrás de un estudio de 2010 en el informe "Anales de la Academia de Ciencias de Nueva York" durante su juventud debido a los múltiples desafíos que enfrentan durante su juventud que afectan su salud cardiovascular y de salud general cuando son adultos. Es menos probable que estas personas tengan acceso a opciones variadas y saludables de alimentos, así como a entornos seguros para la actividad física. También tienen un mayor riesgo de exposición a las toxinas, así como una menor calidad del aire y el agua. Estos factores combinados contribuyen al daño celular y los estilos de vida poco saludables. La delincuencia en los vecindarios, la falta de apoyo familiar, los hábitos poco saludables de los padres y la educación de baja calidad aumentan el riesgo de estrés, abuso de sustancias y otras conductas no saludables en los jóvenes.