Conexión del síndrome del pulgar del gatillo y del túnel carpiano
Las condiciones dolorosas de las manos dificultan las actividades diarias. El pulgar del gatillo y el síndrome del túnel carpiano son trastornos comunes que afectan el pulgar en el lado de la palma de la mano. Estas condiciones frecuentemente ocurren juntas y comparten algunos factores de riesgo comunes. Sin embargo, los investigadores no han podido establecer un vínculo directo entre el pulgar del gatillo y el síndrome del túnel carpiano.
Pulgar del gatillo
Los síntomas del pulgar del gatillo generalmente se desarrollan con el tiempo. El tendón que dobla el pulgar se desplaza a través de una vaina, un túnel resbaladizo que le permite deslizarse suavemente cuando el pulgar se dobla. Varias poleas mantienen este túnel en la posición correcta en la mano.
La inflamación y la hinchazón en la vaina del tendón limitan progresivamente la capacidad del mismo para deslizarse suavemente. El tendón se atasca cuando viaja por debajo de las poleas, lo que hace que el pulgar se "enganche" temporalmente o se trabe en medio de un intento de doblarse o estirarse. Se produce una sensación de estallido doloroso a medida que el pulgar se desplaza más allá del punto de captura.
Síndrome del túnel carpiano
Al igual que con el pulgar gatillo, los síntomas del síndrome del túnel carpiano evolucionan gradualmente. El túnel carpiano se encuentra dentro de la base de la palma de la mano, justo por encima de la muñeca. Nueve tendones, incluido el tendón que dobla el pulgar, y el nervio mediano viajan a través de este túnel. La hinchazón y la inflamación causan un aumento de la presión en el túnel, comprimiendo el nervio mediano. Esto produce dolor, hormigueo y adormecimiento en el pulgar, el índice, la parte media y el lado del pulgar del dedo anular.
Ocurrencia apareada
El síndrome del pulgar y del túnel carpiano con frecuencia se presentan juntos, aunque los síntomas de una condición o el otro suele predominar. Un estudio publicado en 2009 en el "Diario del plexo braquial y la lesión del nervio periférico" evaluó a 180 pacientes que acudían a una clínica de mano con quejas de síndrome del túnel carpiano o síntomas de dedo en el gatillo. Se encontró que el 61% de estos pacientes tenían ambas afecciones. Sin embargo, no se identificó una causa común.
Factores de riesgo
Se desconocen las causas del síndrome del túnel carpiano y del pulgar desencadenante, aunque tienen varios factores de riesgo en común. Se cree que los movimientos repetitivos de la mano, especialmente la flexión del pulgar y el dedo, irritan el nervio mediano en el túnel carpiano, así como la vaina a través de la cual se desplaza el tendón flexor del pulgar. Las ocupaciones que requieren el uso frecuente de herramientas de mano o de vibración pueden aumentar el riesgo de estas condiciones. Sin embargo, la investigación no apoya de manera concluyente esta asociación. El pulgar del gatillo y el síndrome del túnel carpiano pueden ser causados por un trauma directo. La hinchazón en la palma aumenta la presión dentro de la vaina del tendón flexor del pulgar y el túnel carpiano. Tanto el síndrome del pulgar como el del túnel carpiano afectan a las mujeres con más frecuencia que a los hombres.
Tratamiento conservador
El síndrome del pulgar y el síndrome del túnel carpiano pueden resolverse con un tratamiento conservador. Los medicamentos antiinflamatorios y los esteroides orales se recetan con frecuencia para reducir la inflamación en la mano. Las intervenciones de terapia física, como el calor y la ecografía, se utilizan para disminuir la inflamación localizada, mejorar el flujo sanguíneo y promover la curación. Las actividades diarias se modifican para evitar agarrar y doblar repetidamente el pulgar para reducir el estrés en las estructuras dolorosas. Las férulas se usan mientras duerme e intermitentemente durante el día para sostener la muñeca en una posición recta para reducir la tensión en el nervio mediano. El pulgar está entablillado para evitar que se doble, evitando así que se "dispare". Las inyecciones de cortisona también se usan para tratar ambas afecciones. Con frecuencia, estos métodos son exitosos para el alivio de los síntomas a corto plazo.
Intervención quirúrgica
Las cirugías de liberación del pulgar del gatillo y del pulgar carpiano a veces se requieren para tratar estas afecciones. La liberación de la polea afectada involucrada en el pulgar del gatillo a veces se puede lograr a través de la piel. Se utiliza una aguja para penetrar y cortar la polea. Este procedimiento se realiza en un consultorio médico. Según un estudio publicado en 2005 en el "British Medical Journal", las tasas de éxito han demostrado ser más del 90 por ciento. También se puede realizar una liberación quirúrgica abierta de la polea bajo anestesia. Las tasas de éxito para una liberación abierta varían de 60 a 97 por ciento.
La liberación del túnel carpiano se realiza bajo anestesia para aliviar la presión sobre el nervio mediano. El procedimiento consiste en cortar el ligamento carpiano transverso, el tejido conectivo fibroso que forma un techo sobre el túnel carpiano. Según un artículo publicado en 2012 en "The Open Orthopaedics Journal", aproximadamente del 70 al 90 por ciento de los pacientes tienen éxito a largo plazo con este procedimiento. Las personas con ambos diagnósticos pueden realizarse ambos procedimientos durante la misma cirugía.