Síntomas del espolón óseo en el pie
Un espolón óseo es una proyección ósea que se produce a lo largo de los bordes de los huesos del cuerpo. Los espolones óseos en sí no son dolorosos, pero pueden causar dolor al frotarse contra los nervios y los huesos. La mayoría de los espolones óseos no causan síntomas y pueden permanecer ocultos durante años. Los espolones óseos parecen ocurrir naturalmente sin ninguna condición de salud como causa. Los espolones óseos en el pie causan irritación crónica de los nervios, músculos y huesos del pie. Un espolón óseo en el pie es una de las afecciones ortopédicas más comunes.
Factores de riesgo
Hay ciertos factores de riesgo que son comunes en las personas que desarrollan espolones óseos. Estos factores de riesgo incluyen personas con pies planos, arcos muy altos, obesidad, aumento de peso repentino y tendones de Aquiles apretados. Las personas que corren mucho también tienden a desarrollar espolones óseos.
Dolor
Los espolones óseos en el pie generalmente se notan debido al dolor que se desarrolla en la parte inferior del pie. El dolor suele ser peor en la mañana y mejora a lo largo del día. Esta dolorosa sensibilidad en la parte inferior del pie puede ser reemplazada por un dolor sordo cuando el pie está descansado.
Caminar
Un espolón óseo en el pie dificulta el caminar. El dolor aumenta al caminar durante un largo período de tiempo. Estar de pie por un largo período de tiempo se vuelve más difícil también con este tipo de espolón óseo.
Otros síntomas
Los espolones óseos tienden a afectar un pie. Si el dolor está en ambos pies, generalmente no es causado por un espolón óseo. La inflamación leve alrededor del área con el espolón óseo generalmente se presenta acompañada de enrojecimiento.
Tratamiento
Los espolones óseos pueden mejorar con el tratamiento. Se pueden recetar medicamentos antiinflamatorios. Se puede realizar fisioterapia como ejercicios de estiramiento del talón para ayudar a aliviar el dolor. También se pueden usar férulas nocturnas e inserciones de zapatos. A veces se puede usar un yeso corto de la pierna durante tres a seis semanas. Este es un molde que se parece a una bota de esquí y se detiene debajo de la rodilla. Las inyecciones de esteroides también son una opción de alivio, aunque son muy dolorosas. Si todas las opciones de tratamiento fallan, el espolón óseo puede eliminarse mediante cirugía.