Factores de riesgo de los quistes ováricos

Una mujer puede desarrollar quistes en el ovario en cualquier momento de su vida, incluso mientras está en el útero. Se pueden presentar tres tipos de quistes ováricos, siendo los quistes fisiológicos, los que se desarrollan como resultado de las fluctuaciones hormonales femeninas normales, las más comunes. Los quistes fisiológicos generalmente no necesitan tratamiento porque se resuelven espontáneamente y no tienen factores de riesgo. Las neoplasias benignas y los quistes cancerosos ocurren con mucha menos frecuencia.

Quistes ováricos no cancerosos

Los niveles altos de hormonas en una mujer embarazada pueden hacer que su pequeña hija tenga quistes ováricos antes de que nazca. La mayoría de los quistes ováricos fetales desaparecen antes del nacimiento; de los que permanecen en el momento del nacimiento, el 90 por ciento se resuelve espontáneamente cuando el bebé tiene 3 meses de edad.

Cada mes, el ciclo menstrual normal causa cambios en los niveles hormonales. En la fase folicular del ciclo menstrual, se pueden formar quistes benignos simples. Después de la ovulación, el cuerpo lúteo, la cáscara del folículo que contenía el óvulo ovulado, forma un quiste simple. Los quistes complejos pero benignos también se pueden formar a partir de estos procesos normales. Debido a que los cambios hormonales normales causan estos quistes, el único factor de riesgo para desarrollarlos es ser mujer. Los quistes simples contienen solamente líquido; Los quistes complejos pueden contener material sólido.

Lo más importante que debe recordar acerca de la mayoría de los quistes ováricos es que no requieren extirpación quirúrgica. El tiempo y, en algunos casos, los medicamentos, son el mejor tratamiento para los quistes ováricos benignos. Consulte a su médico si tiene inquietudes acerca de los quistes ováricos.

Cáncer de ovario

El cáncer de ovario es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres con casi 15,000 muertes por año. La mejor herramienta para el diagnóstico o la sospecha es una ecografía pélvica con evaluación del flujo de color. Esto es mejor que una tomografía computarizada o una resonancia magnética.

El problema es que la mayoría de estos cánceres se detectan tarde, generalmente en la etapa tres o cuatro. No hay factores de riesgo reales, pero hay algunas estadísticas interesantes a tener en cuenta. La píldora anticonceptiva oral tiene un efecto protector sobre la incidencia del cáncer de ovario. Diez años de uso continuo de OCP pueden reducir el riesgo de desarrollar cáncer de ovario en un 60%. Además, cuantos más niños tenga uno, menor será el riesgo de cáncer de ovario. El consumo de alcohol no afecta la tasa, a diferencia del cáncer de mama, lo que aumenta su riesgo de cáncer de ovario. Hay una fuerte asociación familiar para desarrollar este cáncer. Si uno es portador del gen del cáncer, BRCA1 o BRCA2, tendrían un 15% y un 40% de probabilidad respectivamente de contraer cáncer de ovario.

La conclusión es que cuanto más temprano el diagnóstico, más probabilidades hay de sobrevivir.