Cómo afecta la ingesta de sal a la diabetes

La diabetes, una enfermedad metabólica crónica, afecta a millones de estadounidenses. Las personas con diabetes tienen una mayor probabilidad de desarrollar complicaciones de salud que afectan el corazón, el sistema nervioso y los riñones. La presión arterial alta, o hipertensión, es dos veces más común en los diabéticos que en los no diabéticos, lo que aumenta el riesgo de una variedad de enfermedades cardiovasculares. El alto consumo de sal contribuye a la hipertensión, pero la sal no tiene un efecto sobre el azúcar en la sangre.

El azúcar en la sangre y la diabetes

Usted obtiene energía de los nutrientes de los alimentos que contienen proteínas, grasas y carbohidratos, pero los carbohidratos son la fuente de energía. Sólo tipos de alimentos que afectan directamente su azúcar en la sangre. La diabetes evita que su cuerpo use adecuadamente el azúcar en la sangre o la glucosa, la principal fuente de energía para sus células. Normalmente, cuando usted ingiere un carbohidrato, se metaboliza en moléculas de azúcar más pequeñas, o glucosa, que se envían al torrente sanguíneo y se encuentran con la hormona insulina, que luego transporta la glucosa a las células. Un diabético no produce o usa la insulina adecuadamente, y la glucosa se queda en el torrente sanguíneo. La sal no tiene ningún efecto sobre el proceso de azúcar en la sangre, pero el exceso de sal tiene otras implicaciones para la salud de un diabético.

Sal, hipertensión y diabetes

Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de presión arterial alta, toma nota de la Asociación Americana de Diabetes, porque el exceso de sodio en su dieta hace que aumente la presión arterial. La sal de mesa común contiene 40 por ciento de sodio, un mineral esencial que su cuerpo usa en pequeñas cantidades para mantener el equilibrio de líquidos. El control de la presión arterial es crucial para los diabéticos porque los pacientes hipertensos diabéticos desarrollan una enfermedad de la arteria coronaria o un corazón agrandado con mayor frecuencia que las personas con hipertensión singular o diabetes, según una revisión en "Avances en Cardiología". Además, el alto consumo de sal en la dieta de los diabéticos puede tener un papel causal en las tasas de mortalidad más altas; se están realizando investigaciones para identificar los aspectos específicos del mecanismo de acción.

Controlar o prevenir la hipertensión

El control de la diabetes con hipertensión acompañante generalmente implica medicamentos recetados y cambios en el estilo de vida. Según un artículo de 2002 en el "American Family Physician", las terapias con medicamentos incluyen inhibidores de la ECA, diuréticos o medicamentos combinados, junto con la implementación de una dieta baja en sal, ejercicio y pérdida de peso según sea necesario. La prevención de la hipertensión en los diabéticos incluye seguir los planes de alimentación para diabéticos recomendados por un médico, limitar la ingesta de sodio a 1,500 miligramos por día y controlar otras afecciones médicas existentes. Opciones bajas en sal

Los alimentos envasados ​​contienen etiquetas de nutrición con contenido de sodio para Ayudarle a rastrear la ingesta por porción. Los alimentos con mayor contenido de sodio generalmente incluyen comidas congeladas, productos enlatados, carnes procesadas y alimentos en escabeche. Elija alimentos bajos en sodio o sin sal y reemplace la sal de mesa con hierbas o especias para darle sabor a sus alimentos. Reduzca el sodio en las carnes al comer aves frescas, pescado o carne en lugar de las variedades curadas, ahumadas o enlatadas. Opte por frutas y verduras frescas en lugar de variedades enlatadas con aditivos. Los granos integrales como el pan de trigo, la pasta y el arroz integral tienen menos sodio, pero contienen carbohidratos, que tal vez deba controlar para controlar el azúcar en la sangre.