El vínculo entre el fósforo y la picazón
El fósforo es un mineral esencial que se encuentra más comúnmente en el cuerpo como el fosfato. Es necesario para la función celular saludable y es un componente estructural importante del hueso. Sin embargo, los niveles altos de fósforo en el cuerpo, conocidos como hiperfosfatemia, pueden provocar picazón crónica. Hay varias razones por las cuales pueden ocurrir niveles poco saludables de fósforo.
Hiperfosfatemia
El fósforo se encuentra en la mayoría de los alimentos. Demasiada ingesta de fósforo en la dieta o por vía intravenosa puede llevar a niveles no saludables, al igual que ciertos medicamentos que contienen fosfato, como los laxantes. Sus riñones ayudan a controlar los niveles de fósforo en su cuerpo, filtrando el exceso. Sin embargo, si la función renal se ve afectada por un daño o una enfermedad, puede producirse hiperfosfatemia.
Hipoparatiroidismo y fósforo
Los niveles bajos de magnesio en la sangre pueden provocar una afección denominada hipoparatiroidismo. Las glándulas paratiroides producen una hormona, la PTH, que ayuda a controlar los niveles de calcio, fósforo y vitamina D en la sangre y los huesos. El hipoparatiroidismo ocurre cuando las glándulas producen muy poca PTH, lo que causa que los niveles de calcio bajen y los niveles de fósforo aumenten. Los síntomas del hipoparatiroidismo incluyen piel seca y escamosa, que puede causar picazón.
Otras causas de hiperfosfatemia En excesiva sensibilidad a factores ambientales. Causa inflamación de los ganglios linfáticos, pulmones, hígado, ojos, piel y otros órganos y tejidos. Una condición diabética llamada cetoacidosis, en la cual el cuerpo no puede descomponer la glucosa para obtener energía debido a la falta de insulina, también puede conducir a altos niveles de fósforo. El fósforo de su comida. Algunos aglutinantes de fósforo contienen calcio, que también puede ayudar a aumentar sus niveles de calcio, corrigiendo el equilibrio entre el fósforo y el calcio. Evitar alimentos con alto contenido de fósforo, como leche, huevos, carne, pescado y lentejas, también puede ayudar.