Soluciones para la obesidad en los adolescentes
Los adolescentes obesos tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades relacionadas con la obesidad, como enfermedades cardiovasculares, diabetes y apnea del sueño. Los adolescentes y niños obesos también están en riesgo de continuar con la obesidad hasta la edad adulta, lo que aumenta aún más la posibilidad de problemas de salud. Los adolescentes obesos también sufren el estigma social, lo que causa una baja autoestima y les impide vivir todo su potencial. Incorporar una dieta adecuada, ejercicio y apoyo ayudará a reducir estos riesgos y complicaciones.
Dieta
Los adolescentes obesos pueden comenzar a comer de manera saludable para combatir los problemas de peso. Evitar los alimentos grasos como los disponibles en los restaurantes de comida rápida puede ayudar a prevenir un aumento de peso adicional. La incorporación de alimentos saludables, como frutas, verduras, proteínas magras y carbohidratos ricos en fibra, ayuda a facilitar la pérdida de peso. El control de las porciones también es crucial para la pérdida de peso y el control saludable del peso. De acuerdo con KidsHealth.org, evitar una política de limpieza y permitir que los adolescentes y los niños dejen de comer cuando están llenos ayudará a mantener el control de las porciones.
Ejercicio
El ejercicio puede ayudar a los adolescentes a combatir la obesidad, incluso si Están genéticamente predispuestos a tener sobrepeso. De acuerdo con "U.S. News" Health, los adolescentes portadores del gen ligado a la obesidad que participan en una hora de actividad física al día casi pueden cancelar los efectos del gen. Una hora al día de ejercicio no necesita ser una hora en el gimnasio. Los adolescentes pueden inscribirse en deportes de equipo a través de sus escuelas o andar en bicicleta por la ciudad para realizar una hora de actividad física. Si la escuela está lo suficientemente cerca, caminar hacia y desde la escuela también ayuda a hacer actividad física durante una hora al día.
Hábitos
Es más probable que los adolescentes sean obesos si sus padres son obesos. Un gen que causa una predisposición a la obesidad puede ser parcialmente culpable. Sin embargo, los adolescentes también pueden participar en los mismos malos hábitos alimenticios que sus padres. Los padres pueden ayudar a forjar buenos hábitos manteniendo alimentos saludables en la casa, preparando comidas saludables y limitando el tiempo que pasan frente a la computadora o la televisión para ellos y para sus hijos. Las actividades familiares, como caminar o andar en bicicleta, proporcionan formas para que las familias pasen tiempo juntas mientras se mantienen activas.
Apoyo
Los padres pueden tener dificultades para tratar de apoyar emocionalmente a los adolescentes con sobrepeso u obesos. Hay una línea delgada entre ser demasiado agresivo y no ser lo suficientemente agresivo cuando se trata de acercarse a este tema sensible. Los padres pueden brindar apoyo al no recompensar el buen comportamiento con dulces o golosinas y al no eliminar por completo todos los bocadillos favoritos de sus adolescentes. Los padres deben estar abiertos a escuchar los pensamientos y sentimientos de sus adolescentes. Deben evitarse los comentarios negativos o despectivos sobre el peso, ya sea de su hijo o del suyo.
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