Cómo enseñar a los niños sobre alimentación saludable y ejercicio

Aprender hábitos saludables de alimentación y ejercicio en la infancia puede ayudar a una persona a mantener esos hábitos hasta la edad adulta. Un estilo de vida saludable puede ayudar a un niño a vivir una vida con menos probabilidades de incluir problemas de salud crónicos, como diabetes, enfermedades del corazón y asma. Esperar hasta la edad adulta para aprender hábitos alimenticios saludables y de ejercicio hará que sea más difícil para los niños convertidos en adultos incorporar regularmente estos hábitos en sus vidas.

Coma saludable y haga ejercicio regularmente. Los niños aprenden en base a lo que ellos ven que son importantes para ellos. Modelo de conducta comportamientos saludables. Realice actividad física regular, ya sea yendo al gimnasio o participando en un equipo deportivo. Asegúrese de hablar positivamente sobre su actividad física frente al niño. Evite comer comida rápida o comida chatarra. Si tiene que comer comida rápida, elija opciones más saludables en el menú.

Haga que el niño entienda los beneficios de un desayuno saludable. Dígale cómo un desayuno saludable puede proporcionarle energía para pasar el día. Permítale que elija alimentos saludables para el desayuno, como cereales integrales o avena con frutas. Haga tiempo para desayunar todos los días.

Escoja frutas y verduras cada semana con el niño. Anímelo a obtener frutas y verduras de todos los colores en el arco iris. Enséñele que las frutas de diferentes colores contienen diferentes vitaminas y minerales, por lo que es importante comer una variedad de colores.

Coma comidas saludables en casa todos los días. Durante estas comidas, hable con el niño sobre lo que está comiendo y por qué es importante para su salud. Según KidsHealth.org, los niños que comen con su familia tienen más probabilidades de comer frutas, verduras y granos. Haga que las comidas familiares sean agradables y hable sobre temas positivos.

Envíe bocadillos saludables a la escuela con el niño. Escriba en el recipiente qué tipo de nutrientes proporciona el refrigerio y cómo ayuda a su salud. Elija bocadillos saludables como bayas, manzanas rebanadas, yogur bajo en grasa, rebanadas de queso bajas en grasa y nueces.

Mida el tamaño de las porciones de diferentes alimentos con el niño. La cantidad de alimentos que las personas están acostumbradas a comer generalmente es más que una porción. Ayúdela a comprender que mantener un peso saludable se conecta directamente a cómo se ve el tamaño adecuado de la porción. Deje que vea cómo se ve el tamaño de la porción de diferentes alimentos en un plato.

Haga que el niño se involucre en ejercicios de fortalecimiento de la fuerza, como sentadillas y flexiones. Dígale que los ejercicios de entrenamiento de fuerza son importantes para la salud ósea y para prevenir lesiones.

Involucre al niño en actividades físicas regulares, como jugar en un equipo deportivo o andar en bicicleta después de la escuela. Enséñele cómo la actividad física ayudará a que todos sus órganos se mantengan más saludables y ayudará a mantener su peso en un nivel saludable. Fomente al menos 60 minutos de ejercicio al día.