Formas naturales para calmar a los niños hiperactivos
Los niños naturalmente tienen energía de sobra, pero cuando necesita que su hijo esté tranquilo y atento, el exceso de energía puede ser perjudicial. Ya sea en un entorno de clase, social o familiar, un niño hiperactivo puede distraer a otros y dificultar la concentración. Si bien los niños diagnosticados con trastornos de hiperactividad a menudo utilizan la terapia con medicamentos recetados para mejorar el comportamiento, es posible que el niño típico no necesite más que simples recordatorios y frecuentes pausas para centrarse y concentrarse para detener el comportamiento hiperactivo e inapropiado. Redirección
Cuándo un niño está involucrado en una situación estimulante, ser hiperactivo es algo natural. Jugar juegos ruidosos, participar en una discusión ruidosa o jugar con compañeros pueden ser factores desencadenantes de un comportamiento hiperactivo. Cuando quiera calmar a un niño hiperactivo, redirija su atención a una actividad más tranquila. Esto puede significar una actividad individual y tranquila que puede ayudarla a dirigir su esfuerzo y atención a algo que requiere concentración y concentración, lo que le permite canalizar esa energía hacia algo más constructivo y apropiado.
Ejercicios de respiración
A veces un niño hiperactivo no necesita nada más que reconocer su comportamiento y tomarse un momento para detenerse y pensar. Los ejercicios de respiración son especialmente apropiados para niños que están demasiado estimulados por una tarea o acción. Respirar profundamente por la nariz y exhalar por la boca durante 10 o 20 segundos puede ayudar a un niño a controlar sus acciones y reacciones, al tiempo que proporciona un descanso muy necesario para su cuidador o maestro.
Tomando un descanso
Cuando se le pide a un niño naturalmente enérgico que se quede quieto y quieto por un período de tiempo demasiado largo, los arrebatos son normales y esperados. Un niño hiperactivo necesita tiempo para expresar sus emociones y gastar energía, por lo que esperar un comportamiento perfecto sin una salida no es realista. En su lugar, introduzca pausas en su horario, donde su niño hiperactivo tiene tiempo para salir, comprar un refrigerio y hacer ruido durante cinco a 10 minutos. Cuando termine el receso, será recompensado con un niño más concentrado y tranquilo.
Mantener los límites
Un niño hiperactivo necesita límites firmes y sensibles para que sepa qué se espera de él. Cuando le permites a un niño actuar y hacer ruido en un momento, luego regañarlo por el mismo comportamiento en otro momento, es confuso y molesto. En su lugar, hablar sobre el comportamiento apropiado y las expectativas. Indique ciertas áreas donde es aceptable un comportamiento más energético, como el exterior frente al interior. Esto permite que su niño hiperactivo entienda lo que se espera y sea responsable de su propio comportamiento.