¿Cómo funcionan los termómetros clínicos?

Tipos

Los termómetros clínicos más antiguos se basaban en el mercurio, y consistían en un bulbo pequeño lleno de mercurio y conectado a un cuello de vidrio delgado. A medida que aumenta la temperatura, el mercurio se expande, haciendo que se vean forzados a subir por el cuello. Sin embargo, debido a la toxicidad del mercurio y al peligro de que estos termómetros se rompan, muchos termómetros clínicos usan otros métodos para determinar la temperatura, como la energía infrarroja. Estos termómetros clínicos usan un instrumento llamado termopila para detectar energía infrarroja, que está directamente relacionada con la temperatura. Luego, el termómetro convierte las medidas de la termopila a temperatura.

Usos

El uso más común de un termómetro clínico es tomar temperaturas "diurnas" durante el transcurso de un día normal. Esta temperatura se puede usar para detectar la fiebre, que a menudo es una indicación de infección. Otro uso de un termómetro clínico es en la lectura de una temperatura basal, que es la temperatura de una persona inmediatamente después de despertarse. Esta lectura es más sensible a pequeños cambios en la temperatura corporal y permite realizar pruebas de ovulación o cambios en la función de la tiroides.

Métodos

El método más común para tomar la temperatura de una persona es obtener un lectura oral Esto implica meter el termómetro en la boca del paciente. Si esto no es posible, o si es necesaria una lectura más precisa, puede ser necesaria una medición rectal. Esto se hace insertando el termómetro en la cavidad rectal del paciente con la ayuda de lubricación. En algunos casos, los termómetros pueden tomar lecturas de otras cavidades, como la oreja.