¿Por qué un individuo que pasa hambre es más susceptible a las enfermedades infecciosas que una persona bien alimentada?

El hambre debilita el sistema inmunológico, haciendo que las personas sean más susceptibles a enfermedades infecciosas por varias razones:

1. Reservas de energía reducidas :El hambre provoca una falta de energía y de nutrientes, que son cruciales para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Sin la energía adecuada, es posible que las células inmunitarias no tengan los recursos que necesitan para funcionar de manera óptima, lo que hace que el individuo sea más susceptible a las infecciones.

2. Desnutrición :El hambre causa desnutrición, lo que lleva a deficiencias de nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y proteínas. Estos nutrientes desempeñan funciones vitales en el apoyo al sistema inmunológico y su deficiencia puede afectar el desarrollo y la función de las células inmunitarias.

3. Función de barrera deteriorada :El hambre puede dañar la integridad de las barreras físicas que protegen al cuerpo de las infecciones, como la piel y las superficies mucosas. Este daño permite que los patógenos ingresen más fácilmente al cuerpo y causen infecciones.

4. Producción reducida de anticuerpos :El hambre afecta la producción de anticuerpos, que es esencial para que el sistema inmunológico reconozca y combata las infecciones. Las personas desnutridas pueden tener niveles más bajos de anticuerpos, lo que las hace más vulnerables a las infecciones.

5. Función alterada de las células inmunitarias :La inanición puede provocar cambios en la función de las células inmunitarias, incluida una actividad reducida de las células fagocíticas (que engullen y destruyen los patógenos) y una producción deficiente de moléculas de señalización inmunitaria. Estas alteraciones pueden comprometer la capacidad del cuerpo para combatir infecciones.

6. Mayor respuesta al estrés :El hambre desencadena una respuesta de estrés en el cuerpo, que puede provocar niveles elevados de hormonas del estrés como el cortisol. El estrés crónico puede inhibir el sistema inmunológico y aumentar aún más la susceptibilidad a las infecciones.

7. Salud intestinal comprometida :El hambre puede alterar el microbioma intestinal, que desempeña un papel crucial en el apoyo al sistema inmunológico. Una microbiota intestinal alterada puede aumentar el riesgo de infecciones y reducir la capacidad del cuerpo para combatir patógenos.

8. Mala curación :El hambre puede afectar la reparación de tejidos y la cicatrización de heridas, lo que hace que las personas sean más susceptibles a infecciones en los lugares de lesiones o traumatismos.

9. Aumento de la inflamación :El hambre puede provocar inflamación crónica, que puede debilitar aún más el sistema inmunológico y hacer que las personas sean más susceptibles a las infecciones.

En general, el sistema inmunológico debilitado causado por el hambre hace que las personas sean más vulnerables a una gama más amplia de enfermedades infecciosas, incluidas infecciones comunes como infecciones respiratorias, enfermedades diarreicas e infecciones de la piel.