¿Qué sucede durante un tratamiento de quimionucleólisis?

Quimionucleólisis Es un tratamiento mínimamente invasivo para las hernias discales. Consiste en inyectar un agente químico (quimopapaína) en el disco afectado para disolver el núcleo pulposo, el centro blando y gelatinoso del disco. Esto puede ayudar a aliviar el dolor y mejorar la movilidad.

Procedimiento:

1. Preparación :El paciente se coloca boca abajo sobre una mesa de rayos X. El lugar de la inyección se limpia y se adormece con un anestésico local.

2. Inyección :Bajo guía radiológica, se inserta una aguja fina en el centro del disco afectado. Luego se inyecta la solución de quimopapaína en el disco.

3. Monitoreo :El paciente es monitoreado estrechamente para detectar cualquier reacción adversa a la inyección. Es posible que se les pida que se muevan o tosen para evaluar la eficacia de la inyección.

4. Recuperación :El paciente puede experimentar algo de dolor y malestar después de la inyección. Se les administrarán analgésicos para ayudar a controlar esto. La mayoría de las personas pueden regresar a casa el mismo día de su tratamiento de quimionucleólisis.

Éxito:

La quimionucleólisis es un tratamiento exitoso para las hernias de disco en aproximadamente el 70-80% de los casos. Los beneficios del tratamiento incluyen:

- Alivio del dolor: La quimionucleólisis puede ayudar a aliviar el dolor causado por una hernia de disco.

- Movilidad mejorada: El tratamiento puede ayudar a mejorar la movilidad y el rango de movimiento en el área afectada.

- Mínimamente invasivo: La quimionucleólisis es un procedimiento mínimamente invasivo, lo que significa que no requiere cirugía.

- Sin anestesia general: El procedimiento se realiza con anestesia local, lo que significa que el paciente está despierto y alerta durante el procedimiento.

Riesgos:

La quimionucleólisis es un procedimiento seguro y eficaz, pero existen algunos riesgos potenciales, que incluyen:

- Reacción alérgica: El paciente puede tener una reacción alérgica a la solución de quimopapaína.

- Infección: El lugar de la inyección puede infectarse.

- Daño a los nervios: La aguja puede dañar un nervio cerca del lugar de la inyección.

- Rotura de disco: La inyección puede provocar la ruptura del disco, lo que puede provocar un dolor más intenso.

- Inyección fallida: Es posible que la inyección no alivie el dolor.