La pared de la esponja contiene numerosos poros pequeños llamados ostia, que permiten que el agua fluya hacia la cavidad del cuerpo de la esponja. Luego, el agua pasa a través de una serie de canales y cámaras, donde los nutrientes son filtrados y absorbidos por las células de la esponja. Este sistema de poros y canales aumenta enormemente la superficie de la esponja, lo que le permite absorber más nutrientes del agua.