Los efectos de la gravedad cero y el ejercicio

Desde que los primeros humanos se lanzaron al espacio en 1961, los científicos han estado estudiando los efectos de la ingravidez en la salud humana. Las misiones más largas comenzaron a descubrir el hecho de que hay algunos efectos secundarios negativos de vivir y trabajar en gravedad cero, y se convirtió en vital desarrollar formas de combatir estos problemas. El ejercicio es una de las principales formas de prevenir los problemas de salud en el espacio, al igual que en la Tierra.

Significado

Los astronautas que viven en el espacio se convierten rápidamente en víctimas de debilidad muscular, pérdida ósea y falta de acondicionamiento aeróbico. A la falta de gravedad. Los efectos son similares a estar en cama durante varios meses. Para combatir este problema, la tripulación a bordo de la Estación Espacial Internacional debe hacer ejercicio durante dos o más horas cada día utilizando máquinas especialmente diseñadas que pueden funcionar a pesar de la falta de gravedad.

Impactos cardiovasculares

Su cuerpo está acostumbrado a la fuerza de gravedad en la Tierra para ayudar a mantener el flujo de sangre a través de su corazón y los vasos sanguíneos en sus brazos y piernas. En condiciones de gravedad cero, la sangre sale de tus extremidades y se acumula en tu torso y cabeza. Esto conduce al "síndrome de la cara hinchada", con las venas en el cuello y la cara sobresaliendo. Duane Graveline, MD, ex astronauta de la NASA e investigador científico en medicina aeroespacial, señala que cualquier reducción en las demandas de su corazón debido a la inactividad disminuirá la eficiencia de su corazón. En el espacio, esto puede combinarse con una pérdida progresiva de reflejos circulatorios importantes para mantener la presión arterial, aunque el ejercicio en gravedad cero ayudará a promover un flujo sanguíneo y una presión arterial más normales.

Impactos musculoesqueléticos

Incluso durante períodos de De corta duración en el espacio, tus músculos y huesos comienzan a deteriorarse. Esto es particularmente cierto en sus piernas, que rápidamente pierden calcio en condiciones de ingravidez donde no tienen mucho trabajo que hacer. Perderás masa muscular y tus huesos se debilitarán. Según la Agencia Espacial Canadiense, podría perder hasta un 10 por ciento del hueso en sus extremidades inferiores. Se estima que los astronautas corren el riesgo de perder el dos por ciento de su masa ósea total por cada mes pasado en gravedad cero.

Prevención y solución

Un estudio de seis meses en el Journal of Applied Physiology en enero de 2009, medido La efectividad del régimen de ejercicio de los astronautas en ese momento. El estudio encontró que, aunque los miembros de la tripulación hicieron ejercicio, perdieron un promedio de 15 por ciento de masa muscular y 20 a 30 por ciento de rendimiento muscular. El investigador principal, Scott Trappe, en el Laboratorio de Rendimiento Humano de Ball State University comparó este efecto con el envejecimiento al comparar a un joven de 20 años y otro de 80 años. En el momento del estudio, el régimen promedio de ejercicio de astronauta incluía cinco horas a la semana en una caminadora o bicicleta de ejercicio y varias sesiones con el dispositivo de ejercicio de resistencia provisional, o iRED, una máquina diseñada para mantener las piernas fuertes en gravedad cero. Tappe y sus colegas concluyeron que los astronautas deben intensificar sus entrenamientos de manera significativa y que era necesario recetar más y más entrenamiento con pesas.