Las anfetaminas para el TDAH
Las anfetaminas son un tipo de medicamento estimulante que se usa para tratar los síntomas del TDAH. Mejoran la capacidad de un individuo para enfocar, concentrarse y controlar el comportamiento impulsivo. Según lo informado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, en 2003, el 56.3 por ciento de los niños diagnosticados con TDAH están tomando medicamentos para aliviar sus síntomas.
Las anfetaminas son una clase de medicamentos estimulantes que aumentan Los niveles de dopamina y norepinefrina que están disponibles en el cerebro. Al hacerlo, ayudan a mejorar la capacidad de concentrarse, controlar el comportamiento, planificar, organizar y resolver problemas. Según el Centro Nacional de Recursos para el TDAH, entre el 70 y el 80 por ciento de los niños que toman medicamentos estimulantes muestran una mejoría de los síntomas.
Adderall
Adderall es una anfetamina que se prescribe comúnmente. Según el Centro Nacional de Recursos para el TDAH, la forma de acción corta de la medicación puede durar entre tres horas y media y ocho horas. Adderall XR, la forma de liberación prolongada del medicamento, brinda alivio de los síntomas durante entre 10 y 12 horas. Después de tomar el medicamento, la mitad del medicamento se libera después de una hora, y la otra mitad se libera aproximadamente tres horas y media más tarde.
Dexedrine y Dextrostat
Dexedrine y Dextrostat son otras dos formas de anfetamina. Según lo discutido por el Centro Nacional de Recursos para el TDAH, estos medicamentos funcionan rápidamente y son efectivos por hasta cinco horas. La forma de liberación sostenida de Dexedrine libera la mitad de su medicamento después de una hora, y la otra mitad tres horas y media más tarde, lo que la hace efectiva por hasta ocho horas.
Efectos secundarios comunes
Según lo señalado por El Centro Nacional de Recursos para el TDAH, algunos de los efectos secundarios más comunes del uso de anfetaminas incluyen dificultad para dormir, reducción del apetito y crecimiento más lento en los niños. Algunas personas también pueden experimentar un efecto de rebote, en el que demuestran un estado de ánimo irritable y deprimido después de que el medicamento deja de funcionar. También se pueden observar dolor de cabeza, dolor de estómago y náuseas, así como el desarrollo de tics en algunas personas. Los ajustes en la dosis pueden ayudar a minimizar o eliminar los efectos secundarios.
Riesgos graves
Según la Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU., Los efectos secundarios potencialmente graves de las anfetaminas incluyen problemas cardíacos como apoplejía, ataque cardíaco o alto La presión arterial en individuos con afecciones cardíacas preexistentes. Las complicaciones psiquiátricas, incluidas las alucinaciones auditivas, la manía y la paranoia, también pueden ocurrir en personas que toman anfetaminas.