Una úlcera sangrante resulta de una úlcera péptica o gástrica que erosiona el revestimiento del estómago o del intestino delgado. Según la Clínica Mayo, si no se tratan adecuadamente, pueden convertirse en úlceras sangrantes. Las úlceras pépticas sangran cuando atraviesan el revestimiento. Los Institutos Nacionales de la Salud afirman que el ácido gástrico también ataca los vasos sanguíneos cercanos, causando un mayor sangrado. Una úlcera sangrante es una condición médica grave; es importante reconocer los síntomas para prevenir complicaciones.

Dolor abdominal y náuseas

Aunque el dolor abdominal y las náuseas son síntomas de diversas enfermedades, la aparición repentina de estos síntomas en pacientes que ya han sido diagnosticados con una úlcera debe ser discutido con un doctor. Las úlceras que perforan el revestimiento del tracto gastrointestinal causan un dolor repentino debido al ácido que afecta a otros órganos o vasos sanguíneos cercanos. La sangre en las heces o vómito.

La sangre en las heces o en el vómito también causa náuseas severas Sin embargo, la sangre no siempre aparece fresca o roja brillante. El Centro Médico de la Universidad de Maryland informa que parece pequeños trozos de café molido o espeso y negro, que se asemejan al alquitrán. Estos síntomas son el resultado de una hemorragia interna y no aparecen de inmediato. Los pacientes que sufren náuseas extremas deben buscar y reportar signos de sangrado.

Mareo, palidez y fatiga

El sangrado interno de una úlcera péptica produce una pérdida de sangre que fluye a través del cuerpo. En lugar de transportar oxígeno y nutrientes, la sangre se acumula y causa anemia. Los síntomas de anemia y pérdida de sangre son mareos, pérdida del tono de la piel o coloración que da como resultado una apariencia pálida y fatiga general. Según la Facultad de Medicina de Penn State, las úlceras sangrantes son una causa común de anemia.

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