Hígado graso y té de manzanilla
Causas de hígado graso
La esteatohepatitis no alcohólica, o NASH, es la forma de enfermedad del hígado graso que se presenta en personas que beben poco o nada de alcohol. Aunque el 10 a 20 por ciento de todos los estadounidenses tienen niveles elevados de grasa en sus hígados, solo 2 a 5 por ciento padecen EHNA, lo que puede provocar cirrosis y causar daño hepático permanente, según el Centro Nacional de Información sobre Enfermedades Digestivas. La NASH ocurre con mayor frecuencia en personas de mediana edad y con sobrepeso u obesidad. Otros factores de riesgo para NASH incluyen el estrés oxidativo que implica el deterioro de las células hepáticas, la resistencia a la insulina y la liberación de proteínas inflamatorias, o citoquinas, por parte de las células grasas.
Aunque el consumo periódico de grandes cantidades de alcohol provoca un aumento En los niveles de grasa del hígado, esta es generalmente una condición reversible siempre que el consumo excesivo de alcohol no continúe. Sin embargo, el consumo crónico de alcohol en grandes cantidades durante un período prolongado conduce a una enfermedad alcohólica del hígado graso, que eventualmente puede progresar a hepatitis alcohólica o cirrosis, según el sitio web de la Clínica Cleveland.
Tipos de té de manzanilla
Aunque pertenecen a especies diferentes, dos plantas se conocen generalmente como manzanilla y tienen propiedades medicinales prácticamente idénticas. La manzanilla alemana es conocida científicamente como Matricaria recutita, mientras que el nombre científico de la manzanilla romana es Chamaemelum nobile, según el sitio web del Centro Médico de la Universidad de Maryland. El té se puede preparar colocando las flores de cada planta en agua hirviendo.
Estudio ucraniano
Dos investigadores de la Universidad Nacional Jarkov Karazin de Ucrania realizaron un estudio en animales para evaluar los efectos protectores del hígado de los flavonoides en la manzanilla alemana contra el daño potencial de sustancias tóxicas para el hígado. Específicamente, los investigadores buscaron determinar cómo los flavonoides de manzanilla, presentes en el té de manzanilla, afectan el metabolismo de los esfingolípidos y ceramidas en los hígados de ratas de laboratorio en los que se indujo daño por la introducción de tetracloruro de carbono y /o etanol. La dosificación de los animales de laboratorio con camomila normalizó el metabolismo de esfingolípidos y ceramidas, lo que impidió la muerte de células hepáticas que de otra forma podrían ser causadas por tales toxinas. Los resultados de este estudio se publicaron en la edición de 2008 de "Lípidos en la salud y la enfermedad".
Revisión de hierbas hepatoprotectoras.
Investigadores del Instituto de Farmacia del Himalaya en Sikkim realizaron una revisión de la literatura científica sobre hierbas con Propiedades protectoras del hígado. En un artículo publicado en abril de 2010 de la "Revista Internacional de Investigación en Ciencias Farmacéuticas", citan un estudio de 2006 que muestra que un extracto de manzanilla protege eficazmente a las células hepáticas del daño inflamatorio causado por el paracetamol, conocido en los Estados Unidos como paracetamol.
No hay pruebas definitivas de eficacia
La Comisión E de Alemania, una agencia reguladora que evalúa las propiedades curativas de los remedios herbales, reconoce que los derivados de la manzanilla y la manzanilla, como el té, tienen la reputación de tener beneficios para la salud hepática. Sin embargo, la agencia dice que la ausencia de evidencia documentada adecuada de la efectividad de la hierba hace que sea imposible recomendar su uso como una aplicación terapéutica.