¿Cuáles son los efectos secundarios físicos de la tristeza?

Aunque ambos términos se usan indistintamente, la tristeza generalmente se considera, desde un punto de vista clínico, como el precursor de la depresión, lo que puede dificultar el llevar una vida normal. Sin embargo, un creciente cuerpo de investigación sugiere que la tristeza, si no se aborda, afecta el bienestar físico y emocional. El hecho de no hacer frente a la tristeza de manera adecuada impone un mayor estrés al cuerpo, lo que puede provocar enfermedades autoinmunes, problemas cardíacos y una mayor tendencia al comportamiento de autolesión.

Problemas cardiovasculares

La pérdida de un cónyuge puede provocar una enfermedad significativa estrés cardiovascular Una indicación se revela en un estudio publicado en el número de primavera de 2014 de la Revista de la Asociación Médica Americana. Según el estudio, las parejas sobrevivientes tenían el doble de probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral dentro de los 30 días posteriores a la pérdida. El riesgo se duplicó aproximadamente: de ocho de cada 10,000 personas cuyos cónyuges aún estaban vivos, a 16 de cada 10,000 personas cuyo cónyuge o pareja había fallecido. Los cambios inducidos por el estrés en la presión arterial y la frecuencia cardíaca también son probables. Aunque es pequeño, el vínculo sugiere que el afligido socio puede prestar menos atención a su propia salud, dejándolo vulnerable a problemas cardiovasculares.

Compromised Immune Systems

La evidencia sugiere que la tristeza puede suprimir el sistema inmunológico del cuerpo, dejando Es más vulnerable a enfermedades autoinmunes como la artritis y la esclerosis múltiple, afirma el sitio web PsychCentral. Las emociones negativas como la ira, la soledad y el trauma pueden liberar niveles más altos de hormonas del estrés como la adrenalina y el cortisol. La liberación de estas hormonas da como resultado una mayor energía y conciencia, lo que ayuda a enfrentar situaciones traumáticas o cambios ambientales repentinos. Sin embargo, el hecho de no apagar estas hormonas puede comprometer el sistema inmunológico del cuerpo y reduce su capacidad para combatir infecciones o curarse de las heridas.

Trastornos de la alimentación

Los sentimientos persistentes de tristeza pueden llevar a un yo negativo -Imagen que, a su vez, puede dejar a la víctima vulnerable a trastornos de la alimentación como la anorexia nerviosa. Por ejemplo, un grupo de 14 mujeres encuestadas por un equipo de investigación noruego reportó sentir altos niveles de auto-repugnancia hacia ellos mismos y miedo de engordar, según un resumen publicado por el Centro Nacional de Información Biotecnológica. Las mujeres, de 19 a 39 años, se dedicaron a comer de forma restrictiva, a purgarse y a controlar su cuerpo para controlar estas emociones negativas. El grupo trató de liberar estas emociones a través de comportamientos como el autocontrol anoréxico y la autolesión, así como evitar situaciones centradas en la comida y el cuerpo. Riesgo de autolesión

Las emociones negativas asociadas Con tristeza se expresan frecuentemente en ansiedad y baja autoestima. Si no se abordan estos sentimientos, los pacientes pueden sentirse más inclinados a hacerse daño a sí mismos a través de la sustancia o el comportamiento suicida, según un estudio que se publicará en el número de octubre de 2015 de la revista de la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y del Adolescente. El treinta por ciento de los 13,583 estudiantes de la escuela secundaria encuestados para la Encuesta Nacional de Conducta de Riesgo Juvenil reportó sentirse triste dos o más veces por semana. Los estudiantes acosados ​​tenían el doble de probabilidades de reportar tristeza, y el doble de probabilidades de reportar intentos suicidas, o pensamientos, como sus compañeros no acosados.