Efectividad de los suplementos de hierro para la anemia en el embarazo

La deficiencia de hierro es la causa más común de anemia en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. El crecimiento de los niños y las mujeres se ve particularmente afectado, debido a las crecientes demandas de crecimiento y a las pérdidas menstruales de hierro, respectivamente. Por lo tanto, muchas mujeres embarazadas comienzan sus embarazos con reservas de hierro marginales o disminuidas, y un feto en crecimiento impone mayores demandas sobre los reservorios maternos de hierro. Si no tiene suficiente hierro para producir nuevos glóbulos rojos, la anemia es la consecuencia inevitable. Los suplementos de hierro son efectivos para prevenir y corregir la anemia por deficiencia de hierro durante el embarazo.

Anemia

La anemia ocurre si tiene menos glóbulos rojos de lo normal o si el contenido de hemoglobina de los glóbulos rojos es anormalmente bajo. La hemoglobina es el pigmento que transporta el oxígeno que se encuentra en los glóbulos rojos sanos, y se requiere hierro para su síntesis. Los síntomas de la anemia incluyen fatiga, debilidad, mala tolerancia al ejercicio, mareos, dolor de cabeza, falta de aliento, pulso rápido, calambres en las piernas y mala función mental. Una revisión de abril de 2011 en "The Journal of Nutrition" informa que la anemia durante el embarazo aumenta el riesgo de mortalidad tanto para las madres como para sus bebés.

Fuentes de hierro

Muchos alimentos son buenas fuentes de hierro. Harina de avena y otros granos enteros, carnes rojas, hígado, frutas secas, melaza, frijoles, guisantes, mariscos, verduras de hoja verde oscuro, nueces y semillas contienen hierro. Sin embargo, las náuseas matutinas pueden limitar su ingesta de hierro en la dieta, o puede preocuparle la seguridad de algunos alimentos, como el pescado. Además, comer alimentos ricos en hierro puede no proporcionar suficiente hierro para corregir los casos graves de anemia. En estas situaciones, a menudo se necesitan suplementos de hierro.

Suplementos

El suplemento de hierro más comúnmente recetado por los médicos para mujeres embarazadas es el sulfato ferroso, que es una forma de hierro barata y razonablemente bien absorbida. También es la forma más probable de causar efectos secundarios, como irritación del estómago y estreñimiento. El Dr. Elson Haas, autor de "Mantenerse saludable con la nutrición", cree que el gluconato o fumarato ferroso, también fuentes de hierro de bajo costo, se absorbe, así como el sulfato ferroso y causa menos efectos secundarios. Los mejores suplementos de hierro, dice Haas, son formas "queladas" de hierro, como el succinato ferroso o el aspartato.

Dosis y eficacia

La forma y la dosis de hierro que toma durante el embarazo depende en gran medida de su médico. Las preferencias y la severidad de su anemia. Haas recomienda 50 mg de un suplemento de hierro quelado una o dos veces al día para abordar la mayoría de las necesidades del embarazo. Alternativamente, su médico puede optar por 325 mg de sulfato ferroso o gluconato ferroso, tomados de 2 a 3 veces al día. Por lo general, sus reservas de hierro se repondrán y su recuento sanguíneo mejorará dentro de las 4 a 6 semanas de comenzar a tomar su suplemento de hierro.