Efectos secundarios a la salud de la sal
La sal, conocida científicamente como cloruro de sodio, es un mineral esencial para la vida, según el Instituto Nacional de la Salud. En el cuerpo humano, el sodio controla el volumen de líquido corporal, ayuda a mantener el equilibrio electrolítico y es una parte integral de la función adecuada de los nervios y los músculos. Aunque el sodio es necesario para mantener la vida humana, consumir demasiada sal o muy poca puede tener efectos secundarios negativos para la salud. Demasiada sal
El consumo excesivo de sal es cada vez más común en la dieta estadounidense, según El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. El efecto secundario más conocido de demasiada sal es la hipertensión o presión arterial alta. Un exceso de sal hace que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que es peligroso porque se requiere que el corazón trabaje más para bombear la sangre por todo el cuerpo. La hipertensión prolongada aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular y enfermedad renal. Otro efecto secundario de demasiada sal es el edema, una inflamación del cuerpo, que generalmente se observa en las manos y las piernas. El edema ocurre cuando el cuerpo retiene un exceso de líquido en un intento por equilibrar el exceso de sodio.
Demasiada poca sal
Aunque no es tan común, muy poca sal también puede tener efectos secundarios negativos para la salud. Esa condición, llamada hiponatremia, es causada con mayor frecuencia por el uso de diuréticos o diarrea severa o vómitos. En casos menos comunes, la hiponatremia puede ser causada por no comer suficiente sal, excretar demasiado sodio a través del ejercicio prolongado (como correr maratón) o beber demasiada agua. Los primeros síntomas de tener muy poca sal en el cuerpo incluyen fatiga, confusión, dolor de cabeza, náuseas, calambres musculares y pérdida de apetito, según la Clínica Mayo. Los síntomas más graves son convulsiones y coma.
Recomendaciones
El USDA establece la pauta dietética para la sal de la persona promedio en no más de 2,300 mg, o 1 cucharadita, por día. Esa recomendación disminuye para aquellos con problemas cardíacos existentes o presión arterial alta. Un individuo recibirá una dieta de 1,000 mg, 2,000 mg o "NAS" ("sin sal agregada"), dependiendo de su condición específica. El USDA también recomienda que los afroamericanos, las personas con hipertensión y los adultos mayores, que tienen un mayor riesgo de hipertensión, mantengan su consumo de sodio a 1,500 mg o menos por día.