¿Cómo controla la homeostasis la frecuencia cardíaca?
La homeostasis es la función natural del cuerpo que controla el entorno interno del cuerpo. Es un proceso responsable de enviar y recibir mensajes a través del sistema nervioso, interpretar y responder adecuadamente a las demandas del cuerpo. La homeostasis apunta a las funciones y valores normales del cuerpo, como la temperatura y los niveles de glucosa en la sangre. Cuando esos valores son más bajos o más altos de lo normal, la homeostasis devuelve las funciones a los valores normales.
La homeostasis es la función natural del cuerpo que controla el entorno interno del cuerpo. Es un proceso responsable de enviar y recibir mensajes a través del sistema nervioso, interpretar y responder adecuadamente a las demandas del cuerpo. La homeostasis apunta a las funciones y valores normales del cuerpo, como la temperatura y los niveles de glucosa en la sangre. Cuando esos valores son más bajos o más altos de lo normal, la homeostasis vuelve a las funciones dentro de los valores normales.
El tallo cerebral consta de cinco partes: el tálamo, el hipotálamo, el cerebro medio, la protuberancia y la médula. La médula controla el ritmo cardíaco. Envía y recibe mensajes en forma de sustancias químicas u hormonas de los miles de nervios que pasan por la médula, en un área llamada pirámides medulares. La médula recibe constantemente mensajes de los nervios, que son vías de comunicación de los músculos, órganos y otras partes del cuerpo. Durante el ejercicio, sus músculos envían un mensaje a través del sistema nervioso a la médula, que a su vez libera epinefrina y norepinefrina. Estos dos productos químicos viajan a lo largo del sistema nervioso hasta llegar al sistema eléctrico del corazón, el nodo sinusal. El modo sinusal desencadena las contracciones del corazón. La homeostasis monitorea constantemente los mensajes provenientes del sistema nervioso que corresponden a los músculos y articulaciones del cuerpo. Cuando deja de hacer ejercicio, sus músculos envían de nuevo un mensaje a la médula, que responde esta vez al liberar una hormona llamada acetilcolina. Esta hormona disminuye la frecuencia cardíaca, retrasando las contracciones musculares del corazón.
La médula también se basa en información de otras partes del cerebro para ayudar a tomar decisiones para una respuesta adecuada. Por ejemplo, el tálamo es la parte sensorial del cerebro. Si el tálamo envía a la médula información de que el cuerpo está bajo estrés emocional, la médula considera que, además de la información recibida del sistema nervioso, armoniza la desviación y activa la mejor respuesta. Esto puede incluir un aumento de la epinefrina para aumentar la frecuencia cardíaca y estimular la norepinefrina, que parece tener un efecto más leve en el sistema cardiovascular, lo que trae equilibrio al estrés y la frecuencia cardíaca. Todos los productos químicos que activan y retardan la frecuencia cardíaca cambian y se controlan constantemente. Con ejercicio moderado, la médula simplemente responde eliminando la acetilcolina, el químico para retardar la frecuencia cardíaca. Para el ejercicio intenso, la médula libera epinefrina y norepinefrina. El aumento de la frecuencia cardíaca es la respuesta del cuerpo a la demanda de oxígeno. Para preparar y condicionar la respuesta adecuada, la homeostasis puede aumentar la tasa metabólica y crear un nuevo punto de ajuste para satisfacer las demandas del cuerpo.