¿El ejercicio mejora el aprendizaje en los niños?
La obesidad ha aumentado tanto en los niños como en los adultos en Estados Unidos, lo que hace que aprender los impactos de estar en buena forma física sea una necesidad. Sentarse en el aula ayuda a aumentar el aprendizaje de una manera, pero también se ha encontrado que estar en buena forma física no solo funciona en el cuerpo, sino también en la mente. Aumento del flujo sanguíneo.
Cuando los niños aumentan el flujo sanguíneo que Significa que hay un mejor flujo de sangre en todo el cuerpo. Aunque se logra un mejor flujo sanguíneo con una dieta saludable, llena de granos enteros, proteínas magras, frutas y vegetales, el ejercicio ayuda al cuerpo a mantener ese flujo. El Dr. Majid Fotuhi, Presidente del Instituto de Neurología para la Salud del Cerebro y el Estado Físico en Baltimore, afirma que el ejercicio en los niños no solo aumenta el flujo sanguíneo sino que promueve la neurogénesis, un proceso que genera neuronas en el cerebro. Esencialmente, el ejercicio es ideal para el desarrollo del cerebro de un niño. (Ref. 1)
Impacto en la memoria
Junto con un mejor flujo de sangre a través del cuerpo y el cerebro, el ejercicio también puede ayudar al proceso de la memoria. Se ha descubierto que los ejercicios como caminar o andar en bicicleta tienen efectos importantes en el rendimiento de los niños en la escuela. Art Kramer, del Instituto Beckman de Ciencia y Tecnología Avanzadas de la Universidad de Illinois, dice que los niños aptos son mejores para realizar tareas múltiples y piensan de manera más eficiente, funciones directamente relacionadas con la memoria, que los niños que no hacen ejercicio. (Ref. 2)
Control cognitivo
El control cognitivo, la capacidad de prestar atención, también está relacionado con el ejercicio. Charles Hillman, director del Laboratorio de Kinesiología Neurocognitiva de Illinois, ha completado una investigación que indica que los niños que realizan actividad física pueden aumentar su capacidad para mejorar su control cognitivo. (Ref. 3) Para los niños que tienen problemas para prestar atención, o que tienen trastornos como el trastorno de hiperactividad con déficit de atención, el ejercicio puede ser una solución viable. Un estudio realizado por un investigador de la Universidad del Estado de Michigan, mostró que los niños que tienen TDAH pueden controlar mejor las distracciones y concentrarse en una tarea después de una breve sesión de ejercicios. (Ref. 4)
Deportes y educación
Aunque los logros académicos y la concentración van de la mano, se ha encontrado que los deportes ayudan a las funciones de aprendizaje. La participación en deportes y otras formas de actividades físicas mejoran áreas como el procesamiento de la información, el comportamiento y la memoria. La investigación sobre la correlación entre la actividad física y el aprendizaje mejorado y las mejores calificaciones está en aumento. Puede ser que una actividad física aún más vigorosa pueda mejorar aún más el aprendizaje en los niños. (Ref. 5)