Principios de condicionamiento operativo utilizados para enseñar a alguien a andar en bicicleta

Enseñar a alguien a andar en bicicleta puede ser una experiencia desafiante y gratificante. Ya sea que esté trabajando con un niño pequeño o un padre de mediana edad, el uso de teorías psicológicas sobre el aprendizaje puede ayudar a que el proceso de instrucción sea más rápido y efectivo. A pesar de la existencia de numerosos métodos de enseñanza alternativos, los principios del condicionamiento operante, un método para configurar comportamientos con recompensas y castigos, se han utilizado con éxito durante casi un siglo.

Condicionamiento operante

Psicólogo del comportamiento BF Skinner explicó a mediados de la década de 1900 que el aprendizaje implica cambios en el comportamiento en respuesta a estímulos externos. Conocido como un par de estímulo-respuesta, este comportamiento y sus consecuencias pueden configurarse mediante el uso del condicionamiento. En contraste con el condicionamiento clásico, que involucra comportamientos involuntarios y reflexivos, el condicionamiento operante se enfoca en moldear los comportamientos voluntarios. Al usar las recompensas y los castigos de manera efectiva, los psicólogos del comportamiento como Skinner argumentaron que puede alentar y enseñar casi cualquier comportamiento a cualquier persona.

Refuerzo

En el condicionamiento operante, un refuerzo es cualquier cosa que pueda fortalecer o alentar un cierto comportamiento. El refuerzo positivo implica dar o comenzar algo que la persona disfruta después del comportamiento deseado. El refuerzo negativo, por el contrario, implica detener o eliminar algo que ella no disfruta. Cuando se enseña a un niño a andar en bicicleta, los refuerzos positivos incluyen palabras de aliento o tiempo de juego adicional, mientras que un reforzador negativo efectivo puede ser un día sin tareas.

Castigo

Mientras que el refuerzo apunta y fortalece los comportamientos deseados, el castigo ayuda a debilitar o alejar a alguien de un comportamiento no deseado. De manera similar, dividido en aspectos positivos y negativos, el castigo positivo implica la introducción de algo que no se puede disfrutar después de un determinado comportamiento, mientras que el castigo negativo implica eliminar o restringir el acceso a algo que sea agradable. Para un niño que aprende a andar en bicicleta, un castigo positivo puede ser el uso de palabras de menosprecio o de enojo, mientras que un castigo negativo puede implicar quitarle sus privilegios de TV del día.

Reglas generales y aplicación

En general, los castigos son menos efectivos que los refuerzos, siendo el refuerzo positivo el método de acondicionamiento más efectivo. Como tal, debes tratar de usar un castigo mínimo mientras le enseñas a alguien a andar en bicicleta. En su lugar, refuerza cada pequeño paso. Cuando le enseña a su hija, por ejemplo, puede que desee recompensarla por permitirle empujarla en una bicicleta sin ruedas de entrenamiento. Una vez que domine esto, aguante los refuerzos hasta que obtenga más ganancias, lo que la alienta a seguir avanzando hacia la conducción por sí misma.