Síntomas de los trastornos suprarrenales

Los trastornos del sistema endocrino afectan los niveles de hormonas que circulan por todo el cuerpo. Las glándulas, como las glándulas pituitaria, tiroides y suprarrenales, producen hormonas. Al regular la cantidad de hormonas que producen, estas glándulas tienen un efecto directo en la función de varios órganos. Las hormonas son mensajeros químicos que ayudan a instruir a los órganos a aumentar o disminuir la productividad. Las glándulas suprarrenales secretan hormonas como la aldosterona, el cortisol y la epinefrina.

Redistribución de la grasa corporal El síndrome de Cushing es un trastorno suprarrenal en el que la glándula produce cantidades anormalmente altas de cortisol. Gary Thibodeau, Ph.D., autor de "El cuerpo humano en la salud y la enfermedad" explica que el cortisol provoca un aumento en la conversión de proteínas y grasas en glucosa, lo que resulta en un aumento en los niveles de glucosa en la sangre. El cortisol también produce un efecto antiinflamatorio, moderando la respuesta del cuerpo a la infección. En el síndrome de Cushing, la grasa corporal se redistribuye de tal manera que aparece una joroba notable entre los omóplatos, y la cara se inflama y se redondea.

Características sexuales anormales secundarias

La glándula suprarrenal también produce andrógenos que Son versiones más débiles de la hormona masculina testosterona. Los trastornos, como los tumores funcionales de la capa interna de la corteza suprarrenal, pueden hacer que aumente la producción de andrógenos, incluso en las mujeres. Esto puede resultar en efectos masculinizantes tales como el crecimiento del vello facial y el aumento de músculo. Las mujeres también pueden notar que sus períodos menstruales se vuelven anormales.

Además, los tumores de la glándula suprarrenal pueden producir un exceso de estrógenos en los hombres, lo que lleva al agrandamiento de los senos masculinos y la impotencia, según el Centro Médico Dartmouth-Hitchcock. Br> Fatiga y debilidad

La insuficiencia suprarrenal ocurre cuando la glándula suprarrenal no es productiva en su secreción de hormonas. Esto puede ocurrir en los casos de enfermedad de Addison, un trastorno en el que el tejido adrenal ha sido destruido por un trastorno o infección autoinmune. Una caída en la hormona suprarrenal aldosterona hace que la presión arterial y el volumen sanguíneo disminuyan. El cortisol afecta la presión arterial, la función cardíaca y la glucosa en la sangre, todos factores que afectan los niveles de energía y la fuerza. El Servicio Nacional de Información sobre Enfermedades Endocrinas y Metabólicas señala que la fatiga y la debilidad muscular son las consecuencias típicas de una caída en el cortisol y la aldosterona. Estos síntomas tienden a empeorar con el tiempo.

La presión arterial baja debida a una insuficiencia suprarrenal puede provocar hipotensión ortostática, un fenómeno en el que cambios súbitos en la posición, como pasar de una posición sentada a una posición de pie, inducir mareos y, a veces, desmayos.