Posibles complicaciones de la enfermedad de Parkinson
Los síntomas de movimiento de la enfermedad de Parkinson (temblores, movimientos lentos, falta de equilibrio y rigidez muscular) pueden mejorar con medicamentos o cirugía, pero la enfermedad empeora con el tiempo y actualmente no hay cura disponible. Los síntomas de no movimiento, mientras que hasta cierto punto son tratables, también pueden afectar significativamente la calidad de vida de una persona. La enfermedad de Parkinson no es mortal, pero conlleva un mayor riesgo de muerte y se presentan diversas complicaciones a medida que avanza la enfermedad.
Complicaciones tempranas
Años antes de que comiencen los problemas de movimiento, una persona con enfermedad de Parkinson Puede experimentar una variedad de síntomas. Los ejemplos incluyen estreñimiento, disminución del sentido del olfato, dolor, fatiga y depresión. Los problemas del sueño también son comunes, como la somnolencia diurna excesiva y el trastorno de la conducta del sueño REM, en los que una persona actúa con sueños vívidos o aterradores. Las personas que tienen rigidez y movimiento lento como sus síntomas más destacados en el momento del diagnóstico pueden tener una progresión más rápida de la enfermedad que aquellas cuyo primer síntoma es el temblor. La edad avanzada cuando comienzan los síntomas también predice una progresión más rápida de los síntomas de movimiento. En las personas para quienes el equilibrio es un problema, las caídas pueden ser un gran riesgo y empeorar la discapacidad en cualquier punto de la enfermedad.
Complicaciones por movimientos tardíos
A medida que avanza la enfermedad de Parkinson, los medicamentos gradualmente se vuelven menos eficaces A lo que se conoce como fluctuaciones motoras. Los síntomas de movimiento regresan gradual o repentinamente, lo que se conoce como "tiempo de inactividad", en lugar de "tiempo de activación", cuando los síntomas están bajo un mejor control. Estos períodos "a tiempo" se acortan a medida que avanza la enfermedad. Otra complicación tardía del movimiento es la discinesia: movimientos involuntarios anormales, como movimientos bruscos, retorcidos o retorcidos, o distonía, un estiramiento anormal de los músculos. Puede ocurrir en cualquier punto de la enfermedad. Si bien algunos se pueden tratar con medicamentos u otras intervenciones, pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida. Los ejemplos incluyen problemas con el pensamiento, que, en su forma más grave, se llama demencia. Según el American Family Physician de febrero de 2013, la demencia afecta al 60 por ciento de las personas con enfermedad de Parkinson dentro de los 12 años posteriores al diagnóstico. Los problemas psiquiátricos también son comunes, desde la depresión y la ansiedad hasta las alucinaciones (ver cosas que no existen). La enfermedad de Parkinson también afecta el sueño en muchas personas. Los problemas del sueño van desde los problemas para quedarse dormido o quedarse dormido hasta los "ataques de sueño" diurnos y la fatiga. El síndrome de piernas inquietas (una incómoda necesidad de mover las piernas que empeora por la noche) y la apnea del sueño (períodos en los que uno deja de respirar por la noche) también son comunes. El dolor por una variedad de causas también afecta a las personas con la enfermedad de Parkinson. Otros problemas incluyen estreñimiento, problemas urinarios y sexuales, problemas para tragar y babeo, y presión arterial baja al pararse.