Actividades terapéuticas para que los hermanos trabajen en la cooperación
La lucha y la competencia que vienen con la rivalidad entre hermanos es frustrante, difícil y desalentadora para los padres. Para enseñar a sus hijos a cooperar y trabajar juntos, puede involucrarlos en algunas actividades terapéuticas para ayudar a fortalecer esas habilidades. Es más probable que sus hijos participen voluntariamente si las actividades son agradables, atractivas e involucran el juego.
Building Blocks
Los building blocks son una forma entretenida de enseñar a sus hijos cómo trabajar juntos. Pídales que hagan un dibujo de una gran torre o ciudad y luego dígales que lo construyan con un cubo de bloques. Siéntate y observa cómo planean y ejecutan sus ideas. Tendrán que usar la cooperación y las habilidades de resolución de problemas en el camino. Si la torre no funciona la primera vez o cae en sus esfuerzos, tendrán que aprender a lidiar con la frustración y comenzar de nuevo.
Cocinar
Cocinar puede ser una actividad terapéutica grupal para los niños . Ofrezca a sus hijos un libro de cocina para niños y pídales que escojan una o dos recetas. Haga que se turnen para leer cada paso de las instrucciones en voz alta antes de comenzar. Anímelos a encontrar, medir y mezclar los ingredientes. Pueden asignar tareas o hacerlo en equipo. El producto es su recompensa por su arduo trabajo y cooperación.
Rope Game
Un juego de cuerdas puede hacer que sus hijos trabajen juntos por un objetivo común. Agarre un trozo de cuerda de ancho pequeño a mediano que tenga al menos 10 a 15 pies de largo. Haga varios nudos en la cuerda y colóquela en el suelo en línea recta. Haga que cada niño se pare al lado de un nudo. Pídales a los niños que desaten la cuerda sin quitar sus manos de la cuerda en un momento dado. Cada hermano debe aprender cómo comunicarse de manera efectiva, compartir el espacio común con los demás y cómo trabajar cooperativamente para terminar la tarea.
Puzzles
Sus hijos disfrutarán el desafío de completar un rompecabezas colorido. Entregue a los niños un rompecabezas apropiado para su edad y pídales que lo armen. Siéntese y observe cómo se enfocan en un objetivo común, comparta espacio y discuta dónde van las piezas. Deben trabajar juntos para poder completar la tarea. Para hacerlo más desafiante y emocionante, tómelos con un temporizador de cocina.