El proceso de digestión comienza en su boca. El agua ayuda a disolver y separar los alimentos mientras mastica, lo que permite que la saliva comience a descomponer los alimentos en trozos manejables. Luego, el agua ayuda a llevar los alimentos masticados a su esófago. En lugar de interferir con la digestión, beber agua después de comer continúa ayudando a su sistema digestivo.

Función

Beber agua después de una comida mejora su digestión. A su cuerpo le lleva un tiempo descomponer los alimentos que come, por lo que beber un vaso grande de agua inmediatamente después de comer puede ayudar a disolver los alimentos y transportarlos a través de su tracto digestivo. Comer una dieta que contenga muchas frutas, verduras y granos integrales también mejora la digestión. Además de contener agua, estos alimentos también contienen fibra, que agrega volumen a las heces y las ayuda a pasar a través de su sistema digestivo sin problemas.

Estómago

Los alimentos ingeridos pasan a través de su esófago, que utiliza un movimiento ondulado Para exprimir la comida hacia el estómago. El proceso lleva aproximadamente dos o tres segundos. Una vez que llega a su estómago, la comida se descompone aún más a medida que el agua la ayuda a disolverse y su estómago se agita y mezcla la comida parcialmente digerida para descomponerla en pedazos más pequeños. Esto permite que la mezcla de jugos gástricos y agua penetre en toda la comida. El agua no diluye los jugos gástricos.

Intestinos

Luego, los alimentos pasan a través de su intestino delgado, que elimina vitaminas, proteínas, minerales, carbohidratos y grasas. En este punto, el agua ayuda a lubricar el tracto digestivo para facilitar el paso de los alimentos. El proceso puede tardar hasta cuatro horas. Al final, todo lo que queda es una mezcla fina y acuosa que pasa al intestino grueso, que elimina la última parte del agua y algunos minerales restantes antes de excretar todo lo que quede como desecho. Después de ayudar en la digestión, el agua que bebió después de su comida ahora hidrata su cuerpo.

Promueve la plenitud

Beber agua después de comer también le ayuda a controlar su apetito. Por ejemplo, si estás a dieta, puedes sentir hambre después de comer. Beber un vaso grande de agua después de una comida crea una sensación de plenitud, lo que podría ayudar a evitar los antojos de más comida. Beber agua antes y durante su comida también contribuye a la plenitud y le ayuda a mantener un bajo consumo de calorías.