Cómo disminuir los niveles de amoniaco

Cuando se produce daño hepático, su mecanismo de desintoxicación no funciona de manera efectiva. El resultado es una acumulación de toxinas y subproductos en la sangre, incluido el amoníaco. Los niveles elevados de amoníaco pueden ser causados ​​por cirrosis, alcoholismo o daño hepático causado por la hepatitis. Los niveles altos de amoníaco pueden tener un impacto negativo en los órganos vitales, especialmente en el cerebro. Una condición médica grave llamada encefalopatía hepática, un trastorno del sistema nervioso y del cerebro, puede causar confusión, cambios de personalidad, somnolencia y desorientación. Si no disminuye los niveles de amoníaco, se puede producir una falla orgánica múltiple e incluso resultar fatal.

Visite a su médico. Necesitará una evaluación médica completa para determinar su función hepática. Su médico le recomendará análisis de sangre para verificar sus niveles de amoníaco y un análisis de sangre que verifique los niveles de sus enzimas hepáticas. También puede someterse a imágenes de diagnóstico, que incluyen una ecografía y una resonancia magnética que pueden detectar alteraciones y anomalías hepáticas. Su médico le recomendará un plan de tratamiento basado en los resultados de su examen y los resultados de las pruebas.

Pregunte sobre la lactulosa. Este laxante de receta ayuda a los intestinos a evacuar toxinas como el amoníaco, al acelerar la forma en que los alimentos pasan a través del sistema gastrointestinal. Hable con su médico sobre los efectos secundarios de la lactulosa, como cólicos abdominales y diarrea, antes de comenzar el tratamiento.

Considere un enema. Junto con los medicamentos laxantes recetados, un enema puede ayudar a su cuerpo a deshacerse del exceso de amoníaco. Los enemas trabajan mecánicamente para ayudar a evacuar sus intestinos y eliminar los altos niveles de amoníaco. Para aquellos que no pueden tolerar los efectos secundarios de la lactulosa, los enemas son una alternativa viable. Hable con su médico sobre la forma correcta de administrar un enema y nunca se administre un enema sin la aprobación de su médico.

Consuma una dieta con alto contenido de fibra. Comer alimentos ricos en fibra puede ayudar a que su sistema digestivo funcione de manera más efectiva y aumente sus evacuaciones intestinales. El tratamiento para los niveles altos de amoníaco puede causar heces blandas, por lo que consumir una dieta rica en fibra puede aliviar las heces blandas y acuosas, al tiempo que promueve una adecuada evacuación intestinal.

Piense en la cirugía. Si sus niveles de amoníaco son resistentes al tratamiento, y si está en riesgo de insuficiencia hepática u otras afecciones médicas críticas, su médico podría recomendarle un trasplante de hígado. Hable con su médico sobre los riesgos y beneficios de este procedimiento quirúrgico mayor, y si mejorará su calidad de vida.

Sugerencia

Hable con su médico antes de tomar un medicamento de alto riesgo. analgésico de venta libre como el paracetamol. Ciertos analgésicos son más seguros de tomar que otros cuando tiene una enfermedad del hígado y niveles elevados de amoníaco.

Advertencias

No tome bebidas alcohólicas. El consumo de alcohol es un factor de riesgo importante para la enfermedad hepática, y hacerlo puede disparar sus niveles de amoníaco si tiene un daño hepático existente.

Cosas necesarias

Examen físico

Laxante con receta

Enemas

Dieta rica en fibra

Intervención quirúrgica