Correr a los 60 años

Correr a la edad de 60 años puede ofrecer algunos beneficios de salud sorprendentes, pero antes de comenzar, debes tomar algunas precauciones importantes. Si se aproxima a su rutina correctamente, puede agregar años a su vida, pero si se excede, puede sufrir lesiones graves e innecesarias.

Consideraciones

Si acaba de cumplir 60 años y ya considérese un corredor experimentado, puede mantener su rutina siempre y cuando escuche su cuerpo y evite esforzarse demasiado. Si comienza a sentirse cansado, mareado, deshidratado o simplemente sin aliento, comience a relajar su rutina. Sin embargo, si ha vivido un estilo de vida relativamente sedentario hasta este momento y está considerando un nuevo régimen de jogging, consulte a su médico y realice un examen físico de rutina. Un médico puede detectar cualquier sensibilidad cardíaca, problemas pulmonares o problemas de salud en general que podrían impedirle correr o requerir que comience con una rutina muy leve. Beneficios

Correr en sus 60 o más años puede mantener su salud. Su corazón es fuerte y evita que su cuerpo se desgaste, como suele suceder en los años de otoño. Correr puede ayudarte a mantener tu masa muscular, coordinación, equilibrio y resistencia en la vida cotidiana. El Dr. Roy Shephard, de la Universidad de Toronto, analizó los datos existentes sobre los efectos de la actividad aeróbica en la salud de las personas de mediana edad y las personas mayores. Llegó a la conclusión de que la actividad aeróbica diaria, como correr, puede hacer retroceder el reloj biológico de los adultos mayores hasta en 12 años.

Preocupaciones

Por supuesto, las personas mayores deben considerar el posible costo que puede tener el ejercicio vigoroso y tomar las precauciones adecuadas. Por ejemplo, las personas de 60 años tienen una proporción reducida de agua corporal, y esto puede contribuir a la deshidratación durante la actividad física. Como resultado, siempre debe llevar agua fría al trotar. En segundo lugar, las personas mayores pueden experimentar alguna pérdida sensorial, como la disminución de la vista y el equilibrio. Si sufre de alguno de estos problemas, trote durante el día cuando la visibilidad es alta y deténgase si comienza a experimentar mareos o fatiga. Si padece problemas pulmonares como la EPOC, no se involucre en trotes de alta intensidad, o puede tener dificultades para respirar.

Desarrollar una rutina

Incluso si ya es un corredor experimentado, todavía debe consultar Su médico puede ayudarlo a determinar la rutina más segura y beneficiosa para usted. Nunca se esfuerce hasta el límite de sus capacidades, pero mantenga un estilo de vida saludable con trote regular y enérgico. Si comienza una nueva rutina después de un período sedentario prolongado, comience despacio. Corra solo unos minutos al día y aumente gradualmente la duración. Tu rutina ideal puede ser muy diferente de la de tu vecino de 60 años, así que corre de acuerdo a tus propias habilidades y diviértete.