Opciones de la boquilla de la ATM

Los médicos a menudo recetan una boquilla, protector o férula para tratar a sus pacientes que sufren trastornos temporomandibulares: TMD, que involucra los músculos masticatorios o masticadores, y TMJ, que involucra las articulaciones de la mandíbula. Estas afecciones causan dolor no dental que puede ser amplificado por ciertos factores psicológicos, especialmente a medida que el dolor se vuelve más crónico.

La TMJ es una enfermedad psicógena, lo que significa que tiene una causa más emocional que física. Los factores estresantes como la depresión, la ansiedad y los sentimientos negativos prolongados pueden aumentar su nivel de tensión, inseguridad o sentimientos de angustia. Esos sentimientos estresantes pueden forzar su sistema masticatorio, aumentando la presión sobre sus hábitos parafuncionales, los movimientos relacionados con el habla, la respiración y la masticación. Por ejemplo, es posible que sufra de un apretón o rechinamiento habitual de sus dientes, llamado bruxismo.

A medida que su condición se deteriora, el dolor puede llegar a ser difícil de tolerar y controlar. Su dentista puede elegir una estrategia de tratamiento que incluya una combinación de protectores bucales, medicamentos, terapia cognitiva y cirugía. Férulas interoclusales, protectores de mordidas ortopédicas, aviones de picadura, guardias nocturnos y aparatos de bruxismo se usan habitualmente en el tratamiento de trastornos temporomandibulares, y los resultados varían ampliamente entre los pacientes.

Comúnmente se prescriben tres tipos de boquillas de la ATM: acrílico suave Guardias, guardias de acrílico duro y la férula de Talon. Si su condición es leve o moderada, su médico puede sugerir un protector de acrílico suave. Se moldea a la forma de su boca, pero puede morderla con el tiempo. Un protector de acrílico duro proporciona más durabilidad y es apropiado si usted sufre de apretones severos. La férula Talon está compuesta de acrílico duro en el exterior y acrílico más blando en el lado del diente. Los investigadores no están de acuerdo en cómo funcionan las férulas o el diseño más efectivo. Aunque los pacientes informan que usar una boquilla proporciona mayor comodidad, los protectores bucales no deben usarse 24/7. En cambio, se recomienda el uso de férulas para uso nocturno en casi todos los casos.

Los estudios de terapias con estos dispositivos generalmente informaron que los pacientes experimentan una reducción en el nivel de dolor facial, dolor en la boca y otros síntomas; sin embargo, la mayoría de los estudios involucran tamaños de muestra pequeños, resultados a corto plazo y grupos de control inadecuados. Varios artículos informan resultados levemente favorables, pero los dispositivos no funcionaron mejor que otros aparatos dentales u otros tipos de terapias, como la modificación de la conducta o las estrategias de autocontrol.