Efectos psicológicos del deporte en niños y jóvenes

Según ESPN.com, aproximadamente 21.5 millones de niños estadounidenses entre las edades de seis y 17 años participan en un deporte de equipo. Los niños pueden participar en deportes por diversión o para desarrollar habilidades atléticas específicas. Pueden involucrarse porque sus padres deciden que es hora de bajar el control remoto y recoger el bate. Independientemente de las razones para participar, los deportes brindan un ejercicio valioso y reducen el riesgo de enfermedades crónicas; Además, participar en deportes organizados puede tener profundos efectos psicológicos positivos en los niños.

Autoestima Boost

Un informe de 2006 publicado en "Adolescence" presenta datos que muestran que la participación en los deportes aumentó tanto el bienestar emocional como el conductual - estar en adolescentes. Un mayor bienestar puede llevar a una mayor autoestima y confianza, lo que se traduce en un mejor rendimiento general. Los niños que participan en deportes tienden a tener mejores resultados académicos (como se refleja en calificaciones más altas), y reportan niveles más altos de Además, es menos probable que se involucren en patrones de comportamiento arriesgados y destructivos.

Trabajando juntos

Los deportes organizados requieren que los niños trabajen juntos para lograr un objetivo común. A través de este proceso, los niños desarrollan actividades sociales y sociales. habilidades de liderazgo y aprender el valor del trabajo en equipo. Los niños que participan en deportes generalmente tienen relaciones más sólidas con sus compañeros y una mejor comprensión de sus compañeros de diferentes orígenes. El apoyo social también conlleva un mayor nivel de resiliencia.

Respete a sus mayores

Los deportes brindan a los niños y jóvenes la oportunidad de interactuar con adultos de manera valiosa y positiva, fomentando relaciones más cercanas con adultos. Este efecto es especialmente grande cuando los niños no tienen el beneficio de las relaciones positivas de adultos en el hogar; para los niños que lo hacen, participar en deportes puede llevar a una mayor sensación de apego con la familia e interacciones más frecuentes con los padres.

No todo es arco iris

Mientras que la mayoría de los efectos psicológicos de los deportes en niños y jóvenes son positivo, puede haber inconvenientes. Si la presión para ganar se sobre enfatiza o las expectativas de los padres o entrenadores se vuelven demasiado grandes, los niños pueden experimentar estrés psicológico. El estrés puede causar una disminución en el disfrute de practicar deportes, y también puede causar ansiedad, dolores de cabeza, dolores de estómago, fatiga, interrupciones en el sueño, dolores musculares y depresión. Para disminuir el riesgo de estos efectos negativos, la Alianza Americana para la Salud, la Educación Física, la Recreación y la Danza recomienda minimizar el énfasis en ganar y, en cambio, concentrarse en desarrollar conjuntos de habilidades específicas.